Ellas pueden ayudarnos mucho en la complicada tarea de ser padres
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Santa Rita fue una esposa y madre abnegada. Rezó mucho para la conversión primero de su esposo mujeriego que la maltrataba y luego por sus hijos.
Ya convertido su esposo un día no volvió a casa pues lo asesinaron en el camino. Los hijos gemelos de Rita, Giangiacomo Antonio e Paolo Maria, tomaron la decisión de vengar la muerte de su padre y aunque ella les suplicó de mil maneras que no lo hicieran porque podrían perder sus almas, los hijos no la escuchaban.
Rita oró con fervor al Señor por sus hijos ofreciendo incluso su propia vida pero, viendo que sus esfuerzos eran inútiles, rogó al Señor ofreciendo la vida de sus hijos para no verlos manchados de sangre. Dios acepta el sacrificio heroico de Rita y, antes de que se cumpliera un año de la muerte de su esposo, concede a sus hijos el arrepentimiento y fallecen de muerte repentina.
Al quedar sola no se deja vencer por la tristeza y el sufrimiento, y decide dedicar el resto de su vida al Señor.
Muchas veces como madre tenemos miedo de que nuestros hijos pierdan la justa vía, o simplemente dudamos si los estamos criando bien o mal, por eso hoy te traigo esta bonita oración para pedir a Nuestra Madre la Virgen María y a Santa Rita de Casia que nos guíen en esta dulce y complicada tarea de ser padres:
Oh Virgen Inmaculada, tu que eres la Madre de Jesús y mía, dirige tu mirada de misericordia y de amor sobre mí, que de la maternidad siento hoy más que nunca toda la dulce responsabilidad.
A ti confío, oh Madre, mis hijos que amo tanto, por los cuales he sufrido tanto y que un día tendré que dar cuentas a tu Hijo Divino.
Enséñame a guiarlos como Santa Rita guió a sus hijos, con manos seguras por la vía que conduce a Dios.
Hazme tierna sin ser débil y fuerte sin ser dura.
Obtén para mí aquella paciencia que no se cansa nunca y todo lo soporta, porque persigue una sola meta que es la salvación eterna de mis criaturas.
Ayúdame en esta difícil tarea oh Virgen Santa. Forma mi corazón a imagen del tuyo y haz que mis hijos vean en mí el reflejo de tus virtudes de modo que, después de haber aprendido de mí a amarte y servirte en esta tierra, alcancen un día a alabarte en el cielo. Con este propósito dispón para ellos, Reina de todos los santos, la protección de Santa Rita de Casia.