‘Bushwick’, nominada a Mejor Película en Sitges, se estrena en Movistar En (casi) todas las películas en las que el ser humano debe sobrevivir en un entorno hostil en el que se ha desatado el caos, y en las que se alcanza algo parecido al Apocalipsis o a una situación que desembocará en el mismo, se repite un motivo: hombres y mujeres se ayudan mutuamente para garantizar esa supervivencia, incluso aunque no tengan nada que ver entre sí. Es decir: en climas de tensión y atmósferas de fin del mundo, los cineastas suelen apostar por el optimismo en las relaciones humanas. Suelen ser argumentos en los que los protagonistas se centran en dos objetivos (además de en salvar el pellejo): llegar a casa; y encontrar a sus familiares, como sucedía por ejemplo en La Guerra de los Mundos, versión Spielberg.
Bushwick es un barrio de Nueva York, caracterizado por la diversidad racial, como afirman en el filme. Es allí donde se mueve la protagonista, Lucy (Brittany Snow), quien al salir del metro en compañía de su novio se enfrenta a un inesperado escenario bélico, con soldados vestidos de negro disparando a los ciudadanos y con los vecinos defendiéndose de ellos como pueden. En su huida a través de las calles para alcanzar la casa de su abuela, Lucy se tropieza con Stupe (Dave Bautista), un conserje que estuvo en el ejército hasta que se cansó de ver morir a gente y empezó a desarrollar labores sanitarias para ayudar al prójimo. Juntos van avanzando por las calles, barrio a barrio, manzana a manzana, para tratar de entender qué está ocurriendo y para hallar, además de a sus familiares, una zona neutral.
Bushwick, un largometraje de bajo presupuesto que fue nominado a Mejor Película en el Festival de Cine de Sitges de 2017, contiene dos particularidades que lo convierten en un producto un poco diferente de lo habitual. La primera es que está rodada mediante varios largos planos secuencia, dejando que el espectador se sumerja en el clima de tensión de los supervivientes, en vez de recurrir a los vertiginosos montajes propios del género. La segunda es que, en ciertos momentos, el punto de vista de los personajes imita a la perspectiva de los videojuegos de acción en primera persona; esto último sólo ocurre algunas veces, de modo que no llegue a fatigar al espectador ni a hacerle creer que está viviendo un juego.
Cary Murnion y Jonathan Milott, los directores del filme, nos presentan una ciudad en la que se ha desatado una nueva guerra civil, y hay un momento en el que nos dejan caer que todo esto empezó más o menos en torno al 11-S, y que luego el asunto político y militar ha ido degenerando hasta la situación actual. Su historia es optimista en cuanto a las relaciones humanas, pero pesimista en el fondo. El clima pre-apocalíptico no nos sorprende en cuanto comprobamos que Nick Damici es uno de los guionistas (escribió el guión de la muy reivindicable Stake Land de Jim Mickle, y además fue uno de los actores principales de la misma, titulada aquí Vampiros del hampa), junto a Graham Reznick, quien también intervino en la citada película de Mickle en varias labores.
Como apuntábamos al principio, hay algo en el género de estas historias que nos consuela: la posibilidad de contar con un poco de ayuda humana si nos toca afrontar una ciudad acosada por soldados (Amanecer rojo), zombis (Amanecer de los muertos), mutantes (Soy leyenda), víctimas de un virus (28 días después) o caníbales (La carretera). Bushwick, un filme modesto y estimable, contiene los suficientes puntos de interés como para dedicarle los 90 minutos que dura. Los primeros quince son espectaculares; luego el ritmo decae.
Ficha Técnica
Título original: Bushwick
País: Estados Unidos
Director: Cary Murnion & Jonathan Milott
Guión: Nick Damici & Graham Reznick
Música: Aesop Rock
Género: Acción / Aventuras
Duración: 94 min.
Reparto: Dave Bautista, Brittany Snow, Brandon Cyrus, Angelic Zambrana, Arturo Castro, Jeff Lima