Un libro nuevo sugiere que los constructores de este antiguo monumento neolítico eran más instruidos de lo que se pensaba
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Ante todo gran monumento antiguo, los visitantes a menudo se maravillan por la ingenuidad de nuestros lejanos ancestros. La pregunta más común cuando alguien visita Stonehenge es cómo levantaron esos enormes pilares sin herramientas modernas. Sin embargo, ese conocimiento de ingeniería podría hacernos reflexionar sobre la precisión de diseño que lograron sus constructores neolíticos.
Un nuevo libro, Megalith, sugiere que los constructores de Stonehenge y otros lugares parecidos del Neolítico habrían tenido más conocimientos de construcción de lo que nadie habría imaginado. En Megalith, Robin Heath, un experto megalítico, afirma que la presencia de triángulos pitagóricos en estos lugares es prueba de que sus diseñadores habían descubierto el teorema de Pitágoras 2000 años antes del nacimiento de Pitágoras.
En el siglo VI a. C., el filósofo griego Pitágoras descubrió que el cuadrado de la longitud de la hipotenusa (el lado opuesto al ángulo recto) es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados.
Megalith menciona que en una de las más antiguas versiones de Stonehenge, datada del 2750 a. C., hay un punto donde aparece un rectángulo formado por cuatro piedras areniscas (sarsen) que forman dos triángulos pitagóricos perfectos (5:12:13). Se descubrió que las ocho líneas que se originan del rectángulo y los triángulos coinciden con acontecimientos específicos del calendario neolítico, como el primer día de la primavera, cuándo cosechar el trigo y los solsticios.
En el periódico The National Post, el editor del libro John Martineau habla sobre la obra:
“La gente tiende a pensar que nuestros ancestros eran unos cavernícolas brutos, pero también eran unos sofisticados astrónomos. Aplicaban la geometría pitagórica más de 2000 años antes de que naciera Pitágoras. Creemos que estas personas no tenían mentes científicas pero sí que, primero y ante todo, eran astrónomos y cosmólogos. Estudiaban ciclos largos y difíciles de comprender y los conocían cuando empezaron a planificar lugares como Stonehenge”.
Además, muchos de los círculos de piedra encontrados en yacimientos neolíticos en Reino Unido resultaron no ser circulares del todo, sino que se construyeron geométricamente desde el centro a partir de triángulos pitagóricos.
No se puede hacer mucho con esta información además de quizás cambiar el nombre de “Teorema de Pitágoras” por “Teorema del sindicato de constructores neolíticos”. Sin embargo, es algo importante desde la perspectiva de la conservación de la historia y para recordar que incluso quienes consideramos “primitivos” poseen el mismo intelecto humano que nosotros.
Heath añadió:
“En la actualidad se consideran como algo hippy o New Age, pero en realidad es una omisión colosal en la historia de la ciencia que no veamos estos monumentos por lo que son. La gente piensa en los constructores neolíticos de Stonehenge como bárbaros que dan aullidos, cuando en realidad eran muy cultos, y eso se ha olvidado”.