Arqueólogos descubren nuevos restos mientras continúan buscando en el monte Judi (Turquía) el lugar de reposo del legendario navíoUn equipo de arqueólogos está buscando en el monte Judi (también llamado monte Cudi o Judi Dagh) el lugar de descanso del Arca de Noé. Aunque sus investigaciones no han revelado ninguna evidencia del legendario navío, sí han descubierto un antiguo relieve asirio, tallado en la piedra de la montaña.
La figura muestra un hombre anciano barbudo en pie y alzando su mano derecha en gesto de reverencia, sosteniendo un cetro de oficio en la izquierda. Bible History Daily informa de que Alan Millard, profesor emérito de Hebreo y Antiguas Lenguas Semíticas en la Universidad de Liverpool, cree que el de la imagen es Shamshi-ilu.
Millard explica que, puesto que la figura no lleva ningún tocado en la cabeza, como podía esperarse de un rey asirio, es más probable que represente a un prefecto poderoso, como era Shamshi-ilu, que dominó gran parte del norte de Siria aproximadamente del 780 al 745 a. C. Shamshi-ilu dejó inscripciones en su propio nombre en Til Barsip (actual Tell Akhmar) en el Éufrates, donde nos habla de su victoriosa campaña contra lugares en el sureste de Turquía y en el reino de Urartu, que le habrían llevado a la vecindad de Judi Dagh.
Durante mucho tiempo se ha creído que el Arca de Noé está en una de tres cordilleras: el monte Ararat, el monte Judi o el monte Nisir. El monte Ararat es donde más comúnmente se considera que están los restos del arca, ya que en Génesis se describe que “el arca se detuvo sobre las montañas de Ararat”. Sin embargo, el monte Ararat solamente recibió su nombre en el siglo II, durante la cristianización de Siria.
En 1985, David Fasold, antiguo oficial de la marina mercante de Estados Unidos, hizo equipo con el autoproclamado aventurero Ron Wyatt para investigar el sitio arqueológico de Durupinar, un montículo con forma de barco ubicado al sur del monte Ararat entre varios picos sin nombre, uno de los cuales es conocido por los turcos locales como Cudi Dağı.
Existían varios indicadores de que estos podrían ser los restos del Arca. Según se recoge en Wikipedia:
Según el reporte de la expedición de Fasold, la estructura midió 164 metros, cerca de los 300 codos (157 metros) que la Biblia señala que medía el arca de Noé, si se usa como referencia el codo del Antiguo Egipto (0,52 metros). Posteriores medidas de otros resultaron en exactamente 300 codos egipcios de longitud.
El equipo de Fasold encontró también en la zona circundante lo que consideró las piedras de ancla, unas rocas enormes que habrían estado atadas detrás del barco para estabilizarlo. También creyeron haber encontrado los restos fosilizados de la cubierta superior, mientras que la subestructura original de junco se habría descompuesto.
Durante la década de 1990, las consideraciones de Fasold sobre el sitio empezaron a cambiar. Después de varias expediciones al lugar que incluyeron perforaciones y excavaciones, afirmó en una entrevista: “Creo que quizás estemos ante el engaño en funcionamiento más antiguo de la historia. Creo que hemos encontrado lo que los antiguos decían que era el Arca, pero esta estructura no es el Arca de Noé”. En 1997, en una audiencia judicial, Fasold rechazó su creencia de que este fuera el sitio del arca, comentando que consideraba esa afirmación como una “absoluta tontería”.
Sin embargo, su íntima amiga y biógrafa June Dawes informó de que, antes de su muerte en 1998, Fasold volvió a su creencia de que el sitio arqueológico de Durupinar era muy probablemente auténtico:
[Fasold] sostuvo repetidamente que no importaba lo que dijeran los expertos, había demasiado acerca del sitio [Durupınar] como para que fuese descartado. [Fasold] siguió estando convencido de que eran los restos fosilizados del arca de Noé.
Quizás nunca descubramos el lugar de reposo final del Arca, pero mientras haya personas buscando, podremos esperar con emoción más descubrimientos interesantes, como el de este relieve asirio.