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El 60% de los niños maltratados son agredidos por familiares

ABUSE
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Javier Fiz Pérez - publicado el 23/05/18
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La violencia infantil es un drama con consecuencias de por vida y que adopta formas distintas

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Las conductas que atentan contra la integridad sexual, emocional y física de niños, niñas y adolescentes, son actos gravísimos y despreciables que ofenden, hieren y dañan profundamente la dignidad de las personas y de las sociedades.

La Fundación Anar presentó en el Congreso de los diputados españoles en mayo de 2018 un dato escalofriante en relación con la violencia contra los niños: "Un 60,0% de los agresores era algún miembro de la familia de la víctima: padres o madres biológicos, padres políticos, nuevas parejas de las madres o de los padres u otros familiares".

En noviembre de 2021, la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI) señaló que el maltrato infantil había aumentado más de un 18% en España con respecto al año anterior.

El caso de la muerte del niño Gabriel a manos de la pareja sentimental de su padre conmovió a España y fuera de ella.

Estas conductas altamente reprochables se integran en lo que hoy de manera genérica se denomina 'violencia contra la infancia', expresión con la que se engloba el conjunto de actos y omisiones, intencionados o no, que son capaces de dañar la supervivencia, la integridad, la salud o el desarrollo de un niño, y en todo caso, su dignidad. 

Con la expresión 'violencia contra la infancia' no sólo se hace referencia a la agresión física o al maltrato verbal, que son las formas más reconocidas de violencia contra niños, niñas y adolescentes, sino también a un sinnúmero de actos y actitudes diversas - entre las que se cuentan las agresiones directas y el actuar negligente o poco diligente - que tienen la potencialidad de afectar significativamente el bienestar y el desarrollo del niño, en ocasiones incluso de manera irreversible.

Diversos comités de los Derechos del Niño han elaborado abundantes listas de las distintas formas de violencia contra los niños. Veamos una síntesis. 

1. Descuido o trato negligente.

“Se entiende por descuido no atender las necesidades físicas y psicológicas del niño, no protegerlo del peligro y no proporcionarle servicios médicos, de inscripción del nacimiento y de otro tipo cuando las personas responsables de su atención tienen los medios, el conocimiento y el acceso a los servicios necesarios para ello.

El concepto incluye:

a) El descuido físico, que ocurre cuando no se protege al niño del daño, entre otras cosas por no vigilarlo, o se desatienden a sus necesidades básicas, por ejemplo de alimentación, vivienda y vestido adecuados y de atención médica básica.

b) El descuido psicológico o emocional que consiste, entre otras cosas, en la falta de apoyo emocional y de amor, la desatención crónica del niño, la “indisponibilidad psicológica” de los cuidadores que no tienen en cuenta las pistas y señales emitidas por los niños de corta edad y la exposición a la violencia y al uso indebido de drogas o de alcohol de la pareja sentimental.

c) El descuido de la salud física o mental del niño, al no proporcionarle la atención médica necesaria.

d) El descuido educativo, cuando se incumplen las leyes que obligan a los cuidadores a asegurar la educación de sus hijos mediante la asistencia escolar o de otro modo.

e) El abandono, práctica que suscita gran preocupación y que en algunas sociedades puede afectar desproporcionadamente a los niños nacidos fuera del matrimonio y a los niños con discapacidad, entre otros”.

2. Violencia mental.

Maltrato psicológico, abuso mental, agresión verbal y maltrato o descuido emocional, y puede consistir en:

a) Toda forma de relación perjudicial persistente con el niño, como hacerle creer que no vale nada, que no es amado ni querido, que está en peligro o que solo sirve para satisfacer las necesidades de otros.

b) Asustar al niño, aterrorizarlo y amenazarlo; explotarlo y corromperlo; desdeñarlo y rechazarlo; aislarlo, ignorarlo y discriminarlo.

c) Desatender sus necesidades afectivas, su salud mental y sus necesidades médicas y educativas.

d) Insultarlo, injuriarlo, humillarlo, menospreciarlo, ridiculizarlo y herir sus sentimientos.

e) Exponerlo a la violencia doméstica.

f) Someterlo a un régimen de incomunicación o aislamiento o a condiciones de detención humillantes o degradantes.

g) Someterlo a la intimidación y las novatadas de adultos o de otros niños, en particular por medio de tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC) como los teléfonos móviles o Internet (práctica llamada “acoso cibernético”)”.

3. Violencia física y castigos corporales.

La violencia física incluye:

a) Todos los castigos corporales y todas las demás formas de tortura y tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

b) La intimidación física y las novatadas por parte de adultos o de otros niños.

c) Todo castigo en el que se utilice la fuerza física y que tenga por objeto causar cierto grado de dolor o malestar, aunque sea leve. En la mayoría de los casos se trata de pegar a los niños.

4. Abuso y explotación sexuales.

Se entiende por abuso y explotación sexuales, entre otras cosas:

a) La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual o psicológicamente perjudicial.

b) La utilización de un niño con fines de explotación sexual comercial.

c) La utilización de un niño para la producción de imágenes o grabaciones sonoras de abusos sexuales a niños.

d) La prostitución infantil, la esclavitud sexual, la explotación sexual en el turismo y la industria de viajes, la trata (dentro de los países y entre ellos) y la venta de niños con fines sexuales y el matrimonio forzado. 

Muchos niños sufren diversas formas de violencia con implicaciones graves e irreversibles también desde el punto de vista psicológico. Los daños ocasionados en la infancia, con frecuencia, se manifiestan durante toda la vida.

Educadores, padres, adultos tenemos la gran responsabilidad de garantizar a las futuras generaciones bases sanas protegiendo los propios niños y menores.

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