Los obispos Fernando Ramos y Juan Ignacio González hablaron en representación de los cerca de 30 obispos que se reunirán del 15 al 17 de mayo con el papa Francisco en el Vaticano
“Nuestra actitud es de dolor y de vergüenza”, expresaron los representantes de los obispos chilenos convocados a participar en una reunión en el Vaticano para escuchar las conclusiones del papa Francisco derivadas de la misión especial del enviado papal a Chile, Charles Scicluna, sobre los abusos a niños y jóvenes cometidos por representantes del clero local.
Los obispos Fernando Ramos, secretario general de la Conferencia Episcopal, y Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo, hablaron en representación de los cerca de 30 obispos que se reunirán del 15 al 17 de mayo con el Papa Francisco en el Vaticano.
Los obispos concuerdan con el mensaje de la carta del Papa del pasado 8 de abril, en la que los convoca a Roma con el objetivo de discernir sobre “las graves omisiones” y “encubrimiento” denunciadas por las víctimas.
La conclusiones del Papa estarán basadas en los 2300 folios que recopilan la transcripción de 64 testimonios entre Santiago y New York. Misión llevada a cabo en febrero por monseñor Charles J. Scicluna, obispo de Malta y Jordi Bertomeu Fornós, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Además señalaron su disposición a buscar un “camino sinodal” para buscar los cambios necesarios y prevenir los abusos.
“Hemos llegado 34 obispos de chile, 31 obispos en funciones y 3 obispos eméritos. La invitación del Santo Padre era a todos los obispos de Chile”, explicó monseñor Fernando Ramos.
“Nuestra actitud es en primer lugar de dolor y vergüenza. Dolor porque lamentablemente hay personas víctimas de abusos y esto nos causa un profundo dolor. Y sentimos vergüenza porque estos abusos se han producido en ambientes eclesiales donde no deberían haber ocurrido jamás”, agregó.
Asimismo subrayaron la disposición a “escuchar la voz” del sucesor de Pedro con humildad. “Queremos conocer bien lo que el Santo Padre nos quiere transmitir”. Confirmaron que se realizarán varias citas. Sin embargo, admitieron que no conocen la modalidad, ni los tiempos del programa.
Y una tercera actitud – destacaron – es “el discernimiento” tanto “comunitario, como personal de todos los obispos” de la mano del Papa para evitar nuevos casos. “Nos da esperanza que estos encuentros con el Santo Padre nos ayudarán a enfrentar esos asuntos tan graves con la máxima disponibilidad y también con un importante sentido de cambio y renovación”.
El primer encuentro con el Papa se realizará este martes, 15 de marzo, en la tarde en la ‘auletta’ del Aula Pablo VI del Vaticano. “No está prevista la celebración de la Eucaristía, ni sabemos si van a haber encuentros personales”, respondió monseñor Ramos a la pregunta si el Papa quiere encontrarse en privado con ‘algunos’ obispos.
El Papa ha admitido su error y ha pedido perdón. Juan Ignacio González comentó: “Yo creo que el Papa nos ha dado un ejemplo muy claro de lo que tenemos que hacer, el mismo ha reconocido que ha cometido un error y si fuera necesario también nosotros lo vamos a hacer las veces que fuera necesario”.
González aceptó que en el intercambio podría llevar a poner como imperativo el tema del perdón. “Porque siempre es necesario el perdón hacia las personas que han sido víctimas. El gran punto del tema que nos tiene aquí”, añadió.
Asimismo, las víctimas de abusos de Fernando Karadima que estuvieron del 27 al 30 de abril, acogidas por el Papa en casa Santa: José Andrés Murillo, Juan Carlos Cruz y James Hamilton habían manifestado que ahora esperan que el Sucesor de Pedro transforme las palabras de perdón en acción.
El obispo Ramos confirmó que “las medidas las tomará el Santo Padre” para responder a las expectativas de las víctimas y evitar que todo quede en letra muerta.
Por su parte, el obispo González señaló que “el punto principal son las víctimas”. “Nosotros hemos intentado tomar ese camino y quizás no se ha podido reparar para recoger el fruto que quisiéramos, pero si hacemos las cosas bien, con humildad, esperanza, siguiendo la esperanza del Señor Jesús efectivamente pensamos que podemos reparar todas esas heridas que se encuentran en la sociedad chilena y sobre todo en las víctimas que son la gran preocupación de la iglesia en este momento”.
¿Se espera la renuncia de algunos obispos? “No tenemos conocimiento de esto”, respondió neto Ramos. En cambio el anhelo más profundo es pedir perdón y prevenir. “Atender al dolor de las víctimas es un imperativo moral para nosotros muy grande y si es necesario como Jesús: entregar el perdón no siete veces, sino setenta veces siete parafraseando al Señor”, afirmó el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile.
González confirmó que la decisión de pedir la renuncia de algún obispo acusado de encubrimiento espera sólo al Papa Francisco. “Es posible que ocurra eso. Es posible que llame algunos obispos. No es justo que yo juzgue a otros mis hermanos”, dijo al negarse a dar mayores detalles. “Son decisiones que pasan por el Santo Padre”.
González, miembro de la comisión de prevención de los abusos de la CECH sostuvo que es posible que el Papa tenga ahora mismo “más información que nosotros”.
Asimismo el obispo de Osorno, Juan Barros, principal implicado en el escándalo de encubrimiento llegará mañana acompañado por Germán Arana, jesuita español experto en atención espiritual y con una amplia experiencia en investigaciones de abusos en distintos países.
González manifestó que le hizo compañía a Barros a razón de una “obra de caridad” y que no tiene contacto con él desde hace dos semanas: “no era yo quien tenía que juzgarlo”.
Respecto a si era una humillación hacer venir a todo el episcopado chileno al Vaticano por parte del Papa, los voceros comentaron que viven este momento con “dolor y vergüenza”, pero no como una humillación. “No es relevante si estamos humillados o no”, destacó Ramos. Asimismo “manifestó que lo más importante es acompañar en el dolor a las Iglesias”.
Futuro. “Este es un momento importante para la Iglesia”. Y subrayó que la iglesia está conformada por todo el “pueblo de Dios” y no sólo por el clero. “Es un momento doloroso, pero que nos abre a momentos de renovación”.
Las palabras claves entonces, “encuentro y discernimiento” con el Santo Padre. “Y si persiste el dolor de las víctimas hay algo que tenemos que cambiar” sostuvo González.
“Hay muchas áreas que podemos mejorar y este camino con el santo Padre nos ayudará a mejorar”, indicó Ramos.