Lamentablemente se ha extendido la idea de que el estrés o la alimentación inadecuada, frecuentes durante las emergencias, comprometen la capacidad de las mujeres de amamantar adecuadamente a sus hijosEn muchos países se viven diariamente situaciones emergencia tanto de origen natural o humano, como inundaciones, sequías, terremotos, guerras, o escasez de alimentos y de medicinas que ponen en peligro la salud y la vida de innumerables personas. Las más vulnerables son los bebés y niños porque se enfrentan a tres factores que ponen en riesgo sus vidas, estos son las enfermedades diarreicas, la neumonía y la desnutrición.
Es ex -directora de la OMS Margaret Chan declaro en una publicación en 2009 que “en todas las situaciones, la mejor forma de evitar la malnutrición y la mortalidad en lactantes y niños de corta edad es asegurarse de que la lactancia materna comienza en una hora tras el nacimiento y de que no reciben ningún otro alimento ni líquido (ni siquiera agua) más que la leche materna hasta los seis meses de edad…”
En estas situaciones de emergencia muchas madres asustadas con sus bebes a cuestas, buscan un lugar donde refugiarse porque lo han perdido todo. La cruz roja y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) intervienen iniciando recaudación y ayudas humanitarias, allí les brindan alimentos para ambos.
Lamentablemente se ha extendido la idea de que el estrés o la alimentación inadecuada, frecuentes durante las emergencias, comprometen la capacidad de las mujeres de amamantar adecuadamente a sus hijos. Por lo que una de las mayores donaciones que se hacen es de leches de formula, pero esta idea es errónea, y por el contrario estas leches pueden llegar a comprometer la lactancia materna y deben evitarse.
La lactancia es más beneficiosa para madre e hijo que la leche de formula
Para estas familias son más los beneficios que le brinda la lactancia materna que la leche de formula, veamos algunos de ellos:
No importa el lugar donde se encuentre, la leche de la madre siempre estará en condiciones óptimas de higiene, mientras que para la leche de fórmula antes deben higienizarse los biberones y tetinas, cuando la mayoría de estas madres se encuentran en condiciones insalubres.
Es más económico, no es necesario comprar la leche una vez que terminen las donaciones, ni cambiar biberones o tetinas.
Ya se encuentra a la temperatura adecuada (la corporal) por lo que si no cuentan con electricidad o gas no es problema porque no tienen que calentarla.
Permite que el niño desarrolle adecuadamente su sistema inmunitario protegiéndolo ante infecciones, necesitando menos atención medica y medicamentos que son muchas veces escasos.
Favorece el vínculo entre la mamá y el bebé, porque al amamantar se segrega oxitocina, que les proporciona sensación de bienestar y placer, ayudándolos a conciliar el sueño a ambos.
La leche materna que salva vidas
Está sólidamente fundamentado en documentos según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que a través de la lactancia materna se puede salvar vidas.
¿Por qué es tan importante la leche materna? Es que es fabricada por la propia madre especialmente con lo que necesita su bebé, las demás son imitaciones que no han logrado igualarla.
A través de ella los niños reciben inmunoglobulinas que le ayudan a las defensas del organismo contra infecciones respiratorias y digestivas. Siendo de vital importancia en estos casos de emergencia, por lo que la leche de su madre es el mejor salvavidas para los bebés y sus madres. Cuando la madre y el niño pierden todo, amamantar es una forma de consuelo y encuentro, una medida protectora contra el abandono, porque el niño se siente protegido.
Al bebé le aporta todos los nutrientes que necesita hasta sus 6 meses de vida, siendo el único alimento que cubre el 100% del agua que requiere.
Tal vez el estrés sufrido por la madre pueda ocasionarle alguna disminución de la producción de leche, pero si continúa amamantando lo recupera enseguida, y la naturaleza, que es sabia, la compensa liberando oxitocina para su cerebro conocida como la “hormona del amor”, de manera que ella también encuentra consuelo.
Pero ¿qué sucede cuando el niño esta desnutrido y la mamá tiene poca leche? ¿Se necesita la leche de formula?
Cuando existe riesgo de desnutrición infantil, la medida recomendada por la OMS es promocionar y apoyar la lactancia materna que garantiza el correcto desarrollo del bebé y también mejorar la dieta de la madre.
Un ejemplo es en Sudan del Sur, donde la tensión psicológica por la inseguridad, guerra y escasez de alimentos hace que las madres, que no producen suficiente leche para alimentar a sus hijos porque están desnutridas, asistan a centro de apoyo cercanos por ayuda.
En este centro no se dan leches de fórmula, sino que estimulan y fomentan la lactancia materna siendo para estos bebés es el mejor medicamento y el salvador de vida. El problema de estas madres muchas veces es que no producen suficiente leche, pero no por el estrés sino debido a que el niño al presentar una desnutrición aguda no succiona bien y hace que disminuya la producción adecuada de leche.
Por lo que utilizan un método simple conocido como “técnica suplementaria de succión”, con esta práctica se ayuda a estos niños débiles a succionar lo suficiente como para lograr la estimulación necesaria para aumentar la producción de leche materna.
En conclusión, en casos de emergencias no es recomendable proporcionarles a las familias leche artificial gratuita, salvo en casos de verdadera necesidad y con indicación médica y garantizando que le será suministrada durante todo el tiempo que el bebé lo necesite.
Lo que si se debe priorizar es continuar, fomentar y apoyar la lactancia materna, incluso antes situaciones de emergencia. Asesorar a aquellas madres que den leches artificiales para que puedan relactar (volver a dar de mamar) a sus hijos, que es lo más beneficioso para ambos.