Una empresa española asesora sobre cómo invertir para que el patrimonio y los ahorros rindan y a la vez favorezcan el bien común
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Es frecuente leer que el líder del Partido Demócrata o del Partido Republicano de Estados Unidos ha accedido a las demandas de un grupo de ciudadanos dispuestos a apoyar económicamente sus campañas a cambio de defender o bloquear determinada propuesta. Veteranos, ecologistas, defensores del empleo de armas…
Pero más allá de la vida política, hay personas que disponen de un patrimonio y se han planteado cómo invertirlo de manera que ellas salgan beneficiadas, pero al mismo tiempo ese trabajo financiero pueda repercutir en beneficio de la sociedad.
Una riqueza que da fruto en todos los sentidos
Si cada vez más el ciudadano, en tanto que consumidor, lee la etiqueta y se pregunta si el producto ha sido elaborado siguiendo una normas éticas; también está cada vez más generalizada la preocupación de quienes disponen de un capital para invertir sobre cómo “trabaja” su dinero en los mercados.
Una iniciativa nueva es la de Altum Faithful Investing, que se encarga de orientar a las personas con patrimonio sobre cuál es la inversión más adecuada con un doble objetivo: ganar lo más posible y al mismo tiempo aplicar los principios católicos en cada una de las inversiones.
Altum es una empresa española que se dedica al asesoramiento financiero. Está regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la han creado profesionales laicos con experiencia previa en bancos de inversión de primera línea.
El fundador de Altum Faithful Investing es Borja Barragán, quien ha trabajado en banca de inversión durante 15 años, entre otras, en firmas internacionales como Merril Lynch y Goldman Sachs. En Julius Baer creó el primer fondo de inversión de renta variable en España que seguía la Doctrina Social de la Iglesia, Temperantia.
Su voluntad es seguir los criterios del Magisterio de la Iglesia Católica en cada una de las acciones que lleva a cabo Altum.
¿Se puede ser rico y bueno a la vez? Desde luego que sí. Y ojalá que muchas personas que disponen de recursos económicos se preocuparan por invertirlos en territorios y proyectos donde puedan hacer bien a otros. No solo es una posibilidad, es una responsabilidad que se actúe de ese modo.
Pero no hay que esperar a ser multimillonario para actuar de este modo. Altum Faithful Investing se ha fijado en una cita de San Francisco de Sales: “Raras veces se ofrecen grandes ocasiones para servir a Dios, pero pequeñas contínuamente”. Basta con ser un pequeño ahorrador para empezar.
Los proyectos a los que Altum anima a invertir son muy variados. Entre ellos se encuentra la película “El mayor regalo”, una producción sobre el perdón; o la reconstrucción de la Llanura de Nínive, un enclave de Irak del que los cristianos fueron expulsados.
Premio al Mejor Fondo Solidario
Por otra parte, recientemente se ha otorgado el premio al Mejor Fondo Solidario de España. Este recayó en el Fondo de Responsabilidad Solidario del Banco Santander junto con la Fundación Pablo VI, que es la encargada de hacer proponer un Código Ético basado en los valores y principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
Esta es la segunda ocasión en que el Fondo, capitalizado con cerca de 1.000 millones de euros, recibe el premio, que otorga la revista “Expansión” y Allfunds Bank.
En la acción de vigilancia ética sobre el fondo llevada a cabo por la Fundación Pablo VI participan profesores del Master Universitario en Doctrina Social de la Iglesia de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Un porcentaje de la Comisión de este Fondo está destinado a proyectos solidarios y de economía social gestionados por Cáritas, Manos Unidas y la Conferencia Española de Religiosos (CONFER).