Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
En la homilía de la misa en Casa Santa Marta, el Papa el 16 de abril de 2018 puso en guardia contra seguir a Jesús por "interés", es decir, por los milagros que realiza, y exhortó en cambio a buscarlo por la fe, para escuchar su palabra.
Por esto, es necesario refrescar la memoria de lo que el Señor ha hecho en nuestra vida, y así responder con amor.
El Papa toma pie del evangelio tomado de Juan (Jn 6,22-29) en el que se narra que tras la multiplicación de los panes y de los peces, la muchedumbre quería hacer rey a Jesús y le buscaba no sólo para escucharle sino también por "interés", porque hacía milagros.
Pero Jesús se retira, y cuando le encuentran, les riñe:
"Ustedes me buscan no porque han visto signos, sino porque han comido pan y se han saciado".
Fe interesada
Francisco nota, por tanto, ambos aspectos, presentes: por una parte buscaban a Jesús para escuchar su Palabra que "llegaba al corazón", por la fe; por la otra también por interés.
Eran también buenas personas, pero con una fe "un poco interesada". Jesús por tanto riñe su poca fe.
Una actitud que se ve también con la curación del endemoniado de Gerasa: cuando la gente ve que había perdido los cerdos, piensa que no le conviene, que así perdían dinero y que, por tanto, le dicen que se vaya.
Y, de nuevo, con la curación de los diez leprosos: uno solo vuelve para dar las gracias mientras que los demás, tras su curación, se olvidaron de Jesús.
Por esto Jesús invita a trabajar no por el alimento que perece, sino por el que permanece hasta la vida eterna, es decir, por "la Palabra de Dios y el amor de Dios".
Sin calcular las consecuencias
Hay también otra actitud: la de san Esteban que, como se ve en la Primera Lectura (Hch 6,8-15), hablaba claro, tanto que no lograban resistir a su sabiduría.
Seguía a Jesús sin calcular las consecuencias: esto me conviene, esto no me conviene … no era un interesado. Amaba. Y seguía a Jesús, seguro; y así terminó. Le tendieron la trampa de las calumnias, le hicieron entrar allí y acabó lapidado. Pero dando testimonio de Jesús.
Tanto la muchedumbre del evangelio como Esteban siguen a Jesús, pero hay dos maneras de hacerlo: dando la vida, o bien "con un poco de interés personal", observa el Papa.
La invitación que, por tanto, dirige a cada uno es la de preguntarse cómo se sigue a Jesús.
Jesús nos dio gratuitamente por amor
Su consejo es el de "refrescar la memoria" preguntándose lo que Jesús hizo, no de forma genérica, sino concretamente, en la propia vida.
Y encontraremos muchas cosas grandes que Jesús nos dio gratuitamente, porque nos ama: a cada uno de nosotros. Y una vez que yo veo las cosas que Jesús hizo por mí, me hago la segunda pregunta: y yo, ¿qué debo hacer por Jesús? Y así, con estas dos preguntas, quizás logremos purificarnos de toda forma de fe interesada. Cuando veo todo lo que Jesús me ha dado, la generosidad del corazón va a: "¡Sí, Señor, lo doy todo! Y no haré más estos errores, estos pecados, cambiaré de vida en esto…". El camino de la conversión por amor: tú me has dado mucho amor, también yo te doy este amor.
En conclusión, por tanto, el Papa reafirma la importancia de estas dos preguntas para purificar la fe.
Este es un buen test de cómo seguimos a Jesús: ¿interesados o no? Refrescar la memoria: las dos preguntas. ¿Qué ha hecho Jesús por mí, en mi vida, por amor? Y viendo esto, qué debo hacer yo, por Jesús, cómo respondo a este amor.
Y así seremos capaces de purificar nuestra fe de todo interés. Que el Señor nos ayude en este camino.