El pontífice usa el lenguaje coloquial de los jóvenes en su homilía de Pascua“Es un golpe en el estomago” el anuncio sorprendente de la Resurrección de Jesús, expresó el Papa Francisco, usando el lenguaje de los jóvenes, durante la Misa del Domingo Pascual que presidió en el Sagrado de la Basílica Vaticana este 1 de abril de 2018.
La celebración ha iniciado con el rito del ‘Resurrexit’, en el que han participado fieles romanos y peregrinos provenientes de todo el mundo en ocasión de la fiesta de la Pascua.
El Papa destacó “la sorpresa” como elemento fundamental de la Pascua; la que lleva de prisa a las mujeres a correr a dar el anuncio, la que movió a Pedro y Juan a ir al sepulcro y la que demuestra la “paciencia de Dios” por aquellos que aún no creen que Jesús está vivo. ¿Y tú qué?, preguntó Francisco.
La sorpresa
Primero, el Papa destacó el anuncio de la Resurrección hecho por las mujeres. “¡El Señor ha resucitado! Ese anuncio que en los primeros años del cristianismo andaba de “boca en boca”.
Francisco dijo que era el “saludo: ¡El Señor ha resucitado!”. Subrayó que las mujeres que fueron a la Tumba de Jesús para ungir su cuerpo encontraron “una sorpresa”.
“La sorpresa… Los anuncios de Dios son siempre una sorpresa porque nuestro Dios es un Dios de las sorpresas”, expresó. Es así, desde “el inicio de la historia de la salvación”, como cuando Dios dice al Padre Abraham: ‘Vete de tu tierra y anda’”, expresó.
Siempre hay una sorpresa detrás de la otra. “Dios no sabe hacer un anuncio sin sorprendernos” y la sorpresa es aquella “que nos toca el corazón ahí donde no te lo esperas”. Luego aludió al lenguaje de los jóvenes: “Es un golpe bajo” , un golpe en el vientre “sin que lo esperes”. “Él va y te conmueve. ¡El primer anuncio hecho sorpresa!”, dijo.
La prisa
Segundo: la prisa. Las mujeres van corriendo de prisa a decir: ‘Hemos encontrado esto. Las sorpresas de Dios nos ponen en camino, en seguida, sin esperar. Así corren para ver. “Y Pedro y Juan corren. Los pastores en la noche de Navidad corren, vamos a Belén”.
“La Samaritana corre para decir a su pueblo: Esta es una novedad, encontré a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. La gente ya sabía las cosas que hizo. Y esa gente corre, deja lo que está haciendo”.
“Hasta la ama de casa corre y deja las papas en la olla… las encontrará quemadas, pero corre. Lo importante es andar para ver esa sorpresa, ese anuncio”, añadió con su lenguaje directo.
“Hoy también nos sucede en nuestros barrios y en nuestras aldeas; cuando sucede algo de extraordinario, la gente corre para ir a ver”.
Ir de prisa. Andrés, el apóstol, no “perdió tiempo, para ir de prisa donde Pedro y decirle: Encontramos al Mesías”.
Las sorpresas, las buenas noticias se dan siempre así de prisa. En el Evangelio hay uno que se toma algo de tiempo, no quiere arriesgar. Pero, el Señor es bueno. Lo espera con amor. Tomás: “Yo creeré cuando tocaré sus llagas”.
El Papa subrayó la paciencia de Dios: “tiene paciencia con nosotros” y con “aquellos que no se mueven tan de prisa”.
¿Y yo qué?
Por último preguntó: ¿Y yo qué? ¿Tengo el corazón abierto ante las sorpresas de Dios, soy capaz de moverme de prisa o siempre con esa cantaleta: ‘¿Mañana veré, mañana veré’?
Por eso, exhortó a preguntarse: “¿Qué me dice a mí la sorpresa?” Juan y Pedro fueron de prisa al sepulcro. Juan en el Evangelio nos dice: ‘Cree’.
Y Pedro también, pero señaló que este apóstol lo hizo a su modo. Pedro vive la fe mezclada con el “remordimiento” de haber negado al Señor.
En esta Pascual del año 2018, preguntó: ¿Y yo qué? ¿y tú qué?
Flores en San Pedro
Como es tradición, los floristas de Holanda han donado 50.000 flores y plantas para engalanar la Plaza de San Pedro. Millones de espectadores en el mundo pudieron admirar la belleza de las decoraciones.
En línea con los mensajes del Papa sobre la Pascua las manchas en las orquídeas significan las gotas de sangre derramadas por Cristo. En este sentido, una novedad fue la exposición de la orquídea holandesa, Cymbidium, que simboliza la amistad y el amor puro.
En efecto, a los pies de las escaleras delante de la Basílica, se admiraban las grandes composiciones en forma de círculo a simbolizar la unión entres los pueblos: realizadas con 3.500 rosas grandiflora blancas, rosadas pálidas y rosadas salmón.
También, anoche, el Papa Francisco bautizó a 8 adultos durante la Vigilia de Pascua celebrada en la Basílica Vaticana: “Que no se apague nunca en ustedes la luz de Cristo”.