Las personas que padecen autismo tienden a tener problemas en cuanto a las habilidades sociales y les resulta casi imposible mostrar empatía al comunicarse con otra persona. De acuerdo con una investigación dada a conocer en Biological Psychiatry, se debe a fallos en el sistema de las neuronas espejo (las encargadas de comprender y anticipar los deseos y las acciones de los demás), que no se bloquean pero se desarrollan con extremada lentitud.
Las características por las que podemos reconocer a un niño autista son variadas, pues se trata de un síndrome (conjunto de anomalías) y no de una enfermedad.
Se considera que una persona es autista si tiene algunas de las siguientes características:
- Lenguaje nulo o limitado.
- Ecolalia, repite lo mismo o lo que oye (frases o palabras).
- Parece sordo, no se inmuta con los sonidos.
- Obsesión por tener o acumular objetos.
- No tiene interés por los juguetes o no los usa adecuadamente.
- No ve a los ojos, evita cualquier contacto visual.
- No juega ni socializa con los demás niños.
- No obedece ni sigue instrucciones.
- Pide las cosas tomando la mano de alguien y dirigiéndola a lo que desea.
- Evita el contacto físico.
- No le gusta que lo toquen o carguen.
- Se queda quieto observando un punto como si estuviera hipnotizado.
- Hiperactivo (muy inquieto) o extremo pasivo (demasiado quieto).
- Agresividad y/o auto agresividad (se golpea a sí mismo).
- Comportamiento repetitivo, es decir, tiende a repetir un patrón una y otra vez en forma constante.
Este elenco no es del todo completo pero refleja el tipo de comportamientos que caracterizan una persona autista. Por lo general se podría considerar una persona autista en el caso de que se verificasen al menos siete de estas conductas.
Cualidades de las personas autistas
Son muchos los elementos positivos predominan en las personas autistas. Muchas veces no los vemos, pero ahí están.
De hecho, las personas con autismo rara vez mienten, viven el momento, raramente juzgan a los demás y viven menos atados a las expectativas de los demás. A esto se suma la atención que ponen a los detalles, la buena memoria y la tendencia a dedicarse con pasión a lo que hacen.
La toma de conciencia desde temprana edad
Uno de los aspectos más importantes que debe adquirir cualquier niño a lo largo de su desarrollo es la capacidad de tomar conciencia a cerca de sus propias elecciones, que le permitan ganar control sobre sus decisiones y en general sobre su propia vida.
A lo largo de las diferentes etapas evolutivas, los niños adquieren habilidades cognitivas que les aportan seguridad, confianza e independencia, creando así una identidad propia.
Las personas con trastornos del espectro autista (TEA) a menudo muestran una sensibilidad reducida a la información contextual en tareas de percepción, pero una nueva investigación realizada en la Universidad de Cambridge, apunta que esta reducción de la sensibilidad, en realidad puede provocar toma de decisiones más consistentes.
A pesar de que la toma de decisiones es una operación cognitiva fundamental, ha recibido relativamente poca atención de los investigadores del autismo. Sin embargo, los resultados del estudio realizado, sugieren que los individuos con TEA son menos susceptibles a los efectos de las opciones de señuelo, al evaluar y elegir el “mejor” producto entre varias opciones, en comparación con las personas nuerotípicas (las que hoy llamamos “normales”).
El Dr. George Farmer, coautor del estudio y profesor del Departamento de Psicología de la UC, expresa:
“Las personas con autismo de hecho son más coherentes en sus decisiones que la población neurotípica. Desde una perspectiva socioeconómica, esto sugiere que las personas con TEA son más racionales y menos propensas a ser influenciadas por la forma en que se presentan las opciones.”
Una de las teorías más populares en referente a toma de decisiones es la de la Teoría de la Mente (Baron-Cohen, Leslie & Frith 1985), en la que se postula que individuos diagnosticados con TEA poseen una menor capacidad para entender sentimientos, pensamientos, intenciones, creencias y sobretodo las reacciones ante conductas de otros.
Es ciertamente el cerebro masculino en su extremo, en cuanto a aspectos y organización neuropsicológica (Vilayanur S. Ramachandran 2008), de hecho, como postula la Teoría de la Mente, la empatía suele ser muy baja del mismo modo que ocurre respecto a habilidades sociales. Cualidades o capacidades que suelen atribuirse más frecuentemente al sexo femenino.
Mientras tanto la capacidad viso espacial y las obsesiones continúan puntuando alto. En el mejor de los casos, esta población intenta construir su autoconcepto para lograr formar una persona con cierta autonomía, y ello se interrelaciona con la Teoría de la Mente del resto de la población.
El hecho de que un niño sea autista, no quiere decir que su capacidad de comprensión sea menor. Son muchos los niños autistas que tienen unas habilidades y una capacidad cognitiva muy alta, dependiendo del tipo de autismo que se tenga.
El coeficiente intelectual de un niño autista no tiene por qué ser menor. Lo que influye directamente es su capacidad para las relaciones sociales y su capacidad de comunicación en general.