Aquí unos consejos muy realistas para jóvenes que se sienten llamadas a la vida consagrada¿Cómo fomentar una vocación religiosa en unos niños que tiene prácticamente cero contacto con la vida religiosa de verdad? Mi hija mayor manifestó un interés genuino en convertirse en monja, pero no tenemos recursos a nivel local para que valore concretamente su vocación y le ayude a su discernimiento. Vivimos en una comunidad rural y, bromeando, nos referimos a la zona como un desierto espiritual en el que nuestro hogar es un oasis.
Creo que hacer de tu hogar un oasis espiritual es una práctica preciosa y que parece estar funcionando para ti y para tu familia si tu hija se plantea seriamente dedicarse a la vida consagrada.
He vivido dentro y he visitado unos cuantos “desiertos espirituales” en los que los católicos debían conducir horas para asistir a misa o no podían confesarse debido a falta de disponibilidad de sacerdotes.
Puede ser difícil practicar la fe en esas circunstancias, razón por la cual es tan esencial para la supervivencia espiritual hacer de nuestros hogares pequeños santuarios.
Mi sugerencia es que hagas todo lo posible por fomentar su incipiente interés en hacerse monja. Investiga en Internet sobre comunidades religiosas y escríbeles.
Puedes explicarles tu situación —que vivís demasiado lejos como para viajar con facilidad— y ver si la comunidad estaría dispuesta a mantener una correspondencia con tu hija.
La tecnología es fantástica para estos casos. Puedes pasear virtualmente por conventos y si tu hija encuentra uno que le llama especialmente, puede contactar con esa comunidad.
Si fuera posible, aunque tuvierais que dedicar un fin de semana a viajar, merecería la pena intentar llevar a tu hija a visitar una comunidad en la que parezca estar interesada.
También podrías ponerla en contacto con tu oficina diocesana de vocaciones. Ellos tienen los recursos para ofrecer orientación.
Y habla con tu sacerdote para ver qué sugerencias tiene. Es posible que sepa de una comunidad o una monja local que esté dispuesta a reunirse con tu hija. En realidad yo empezaría por ahí y así ver a qué recursos puede acceder el sacerdote para orientarla.
Si tu hija es lo bastante mayor como para ser activa en las redes sociales, también puede contactar o hacerse seguidora de algunas comunidades religiosas, como las Jerónimas de Urgel en Instagram, el Centro Manresa en Facebook,…
Creo que encontrarán que muchas religiosas usan las nuevas redes para evangelizar, así que tienen montones de podcast disponibles para escuchar en casa o en el coche.
Por último, aunque igual de importante, puedes ayudar a tu hija a desarrollar su vida de oración con santos católicos consagrados. Tu hija puede pedir sus oraciones y orientación y estudiar sus escritos y vidas.
Así que, aunque no tengan acceso inmediato a miembros de comunidades religiosas, existen varios medios sencillos de hacer que su presencia sea más concreta y menos abstracta en vuestra vida diaria.