Manos chilenas que salen al rescate de la lana merino: una iniciativa que ofrece valor añadido gracias al trabajo de tejedoras y productoras
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La VI Región o más específicamente Región O’Higgins está ubicada en el centro del país, a menos de 100 kilómetros de la capital Santiago. Se trata de una zona chilena que destaca por una fuerte riqueza frutícola. Pero es en esta región donde también la oveja merino cobra fuerte protagonismo.
Precisamente, esta raza es una de las más antiguas y extendidas a nivel mundial y en esa región se estima que está presente el rebaño más grande del país con más de 25.000 cabezas, refleja un reportaje de la agencia EFE.
La lana derivada de esta raza ovejera es uno de los productos más preciados a nivel internacional, pero la influencia del sector industrial ha generado que haya quedado en el olvido.
Es aquí donde entra en escena un grupo de tejedoras y productoras chilenas, también reconocidas como “las manos que salen al rescate de la lana merino”, debido a que gracias a su trabajo es posible que esta lana “no quede en el olvido”.
Margarita Beas, amante de la suavidad de esta lana, es una de las mujeres que está detrás de esta tarea. Pero Margarita no está sola, pues cuenta con el apoyo del Centro OVISNOVA de la Universidad Santo Tomás, una iniciativa que busca darle valor añadido al tema de la lana merino.
En ese sentido, la veterinaria y directora del Centro OVISNOVA, Marcela Gómez, reconoció la importancia de este trabajo para el rescate de todo lo vinculado a la lana merino.
“Con este proyecto queremos rescatar el patrimonio de ovejas merino que existe en la sexta región. La idea es mejorar la calidad de su lana y ponerla al servicio del trabajo de las artesanas del territorio”, señaló en diálogo con EFE.
“Las tejedoras hacen cosas maravillosas, cosas patrimoniales. Han heredado esta cultura de sus madres, de sus abuelas, pero creo que la gente no tiene la claridad del valor que esto tiene. Es un trabajo hecho a mano, hecho realmente con técnicas que son ancestrales”, agregó.
Gracias al trabajo de estas tejedoras es posible también revalorizar las tradiciones chilenas en este rubro, algo que se ha visto opacado por el avance de la industrialización.
“Capital Humano para la Ruta Textil”
Con el financiamiento del gobierno de O’Higgins se le está dando un “Sello Merino” a la región y se está “rescatando el patrimonio genético de animales de esta raza existente y cuya persistencia está en peligro”.
Es por ello que además del rescate de la lana se favorece al reconocimiento y al trabajo de las tejedoras con el proyecto “Capital Humano para la Ruta Textil”, destaca la Universidad de Santo Tomás.
“Este proyecto, por tanto, se une al Proyecto “Ruta Textil” de la Sexta Región, que se está perfilando como una Ruta turística patrimonial de alto valor, local y para turistas de alto nivel, que normalmente visitan la Ruta del Vino”, recuerda la universidad.
Debido a esto, si se mejora la calidad de la lana, también se realza el trabajo de estas mujeres, quienes podrán trabajar con un producto de excelente calidad para la confección de prendas finas.
Con información en base a EFE y Universidad de Santo Tomás