Uno de los lugares más fascinantes del planeta
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El continente blanco, la Antártida, es uno de rincones más fascinantes del mundo. Con cerca del 98% de su territorio cubierto de hielo, y abrazando y protegiendo el Polo Sur, fue el último continente alcanzado por el hombre, y el último en ser colonizado.
Políticamente, se rige por el Tratado Antártico firmado en 1959, por el que se consagra el continente para un uso pacífico y se potencian las investigaciones que en él se realicen. Es un verdadero patrimonio de la humanidad en el que desde la firma del tratado y hasta el momento las naciones han logrado coordinar pacíficamente miles de proyectos y actividades.
La población estable de la Antártida la componen los integrantes de las cerca de 40 bases científicas permanentes y las que se agregan, como bases de investigación o de apoyo, durante el verano. Oscila entre los mil y los seis mil, de acuerdo al año. Pero no son la única vida más o menos estable que se encuentra allí. La fauna y flora de la Antártida se encuentra principalmente en la costa, relegando al corazón del continente a un inmenso desierto blanco con la rara excepción de algunos diminutos ácaros. Pingüinos, focas, ballenas, albatros, gaviotas, entre otras aves, krill y peces, todos en múltiples especies, son básicamente la única presencia animal que puede encontrarse.
Lo inhóspito del continente se explica fácilmente desde una climatología que ofrece temperaturas que extraña vez se expresan en números positivos, con la excepción de la península antártica más cercana a Sudamérica en la que en el verano de 2015 se llegó a registrar el récord de 17.5 °C.
Es el en verano que la Antártida abre la imponencia de sus hielos al turismo. Entre los meses de octubre y abril cerca de 50 compañías ofrecen paquetes, principalmente, por la vía marítima. Se trata de cruceros que se acercan a las costas de la Antártida, las bordean, e incluso incluyen excursiones que permiten ver más de cerca pingüinos, elefantes marinos, y las bases científicas.
Pero además de la oferta marítima, la más frecuente para llegar al continente blanco, hay algunas opciones que involucran arribar en avión a alguna base con aeropuerto habilitado. Puede ser para realizar una excursión por el día, como se ofrece desde Chile, y también pasar alguna noche en algún campamento.
La coordinación de las visitas al territorio antártico corresponde a la Asociación de Operadores Turísticos de la Antártida (IAATO), que trabaja en conjunto con el Tratado garantizando la viabilidad ambiental de la industria turística en el continente. La organización busca que cada visita a la Antártida tenga el menor impacto posible en el ecosistema.
En la Antártida, sólo se permite la visita de una embarcación por vez a un sitio. Y sólo pueden desembarcar hasta cien pasajeros por vez para una visita. En todos los sitios, se debe contar con una proporción de al menos un guía por cada 20 turistas, que a su vez están advertidos de cómo movilizarse para evitar dañar a escasa vegetación, y no alterar a los grandes animales.
Según las últimas cifras disponibles, de la campaña 2016-2017, arribaron a la Antártida 45 mil turistas en el año, un 33% de ellos ciudadanos de Estados Unidos, y un 11% ciudadanos chinos. El único país iberoamericano en el top 20 es la Argentina, que ocupa ese puesto, y representó el 0.6% de los arribos con 285 turistas.