El abuso de drogas puede conducir a la adicción o dependencia de las mismas. La dependencia de las drogas también puede ser consecuencia del uso prolongado para el alivio del dolor físico, aunque es inusual que esto suceda en personas que no tienen antecedentes de adicción.
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La dependencia o adicción a las drogas consiste en el uso compulsivo de una sustancia a pesar de las consecuencias negativas que conlleva, las cuales pueden ser severas. El abuso de las drogas es simplemente el uso excesivo de una droga o su consumo para fines distintos a los propósitos médicos.
La dependencia psicológica de sustancias estupefacientes consiste en la necesidad de consumir alguna sustancia psicoactiva por placer o para evitar un malestar anímico.
Las drogas que provocan esta clase de dependencia realizan su efecto a partir de la activación de los circuitos cerebrales involucrados en el placer, también llamado circuito de recompensa. Existen diferentes opiniones acerca del nivel de adicción o dependencia psicológica que puede producir cada droga en particular.
La dependencia física hacia una sustancia implica necesitar la droga para desempeñarse. Esta sin embargo no es condición necesaria ni suficiente para definir la adicción. Hay algunas sustancias que aun cuando no causan adicción, sí provocan dicha dependencia física, como es el caso de algunos medicamentos para la presión sanguínea, por ejemplo. Por otro lado, existen las que causan adicción sin la clásica dependencia física, por ejemplo, la abstinencia de la cocaína no trae síntomas como vómitos ni escalofríos pero sí estados anímicos depresivos.
Al dejar de utilizar una droga, los consumidores de sustancias psicoactivas pueden experimentar abstinencia, pero además, ante la ausencia de droga en el cuerpo, el consumidor podría experimentar dolor físico y un intenso deseo, ambos indicadores de dependencia física a la sustancia específica. En otras palabras, esta dependencia es la necesidad fisiológica de una droga, marcada por desagradables síntomas de abstinencia al interrumpir el consumo.
Por otro lado, también es posible desarrollar la dependencia psicológica, esto pasa muy a menudo con los medicamentos prescritos para la depresión y la ansiedad. Aunque probablemente no se produzca una adicción física, las drogas se convierten en una parte importante de la vida de la persona, una forma de aliviar sentimientos negativos. En ambas clases de dependencia, el objetivo del consumidor será conseguir y utilizar la droga.
¿Cómo puede surgir la adición?
Los riesgos que predisponen a las personas a la adicción son distintos de los que predisponen al uso o abuso.
La presión de los compañeros o del proprio contexto relacional puede llevar al uso o abuso, pero al menos la mitad de los individuos que caen en la adicción sufren depresión, trastornos por déficit de la atención, estrés postraumático u otro problema psicológico.
Es posible que los adolescentes que crecen en un ambiente de uso ilícito de drogas vean primero a sus padres consumiendo drogas. Esto puede ponerlos en un mayor riesgo de desarrollar una adicción más adelante tanto por razones ambientales como genéticas.
Las más consumidas
Calmantes: Opiáceos y narcóticos. Son calmantes muy poderosos con propiedades sedativas y euforizantes. Entre ellos se encuentran: heroína, opio, codeína, meperidina (Demerol), hidromorfina (Dilaudid), Oxycontin y otros.
Estimulantes del sistema nervioso central: Anfetaminas, cocaína, dextro anfetamina, metanfetamina y metilfenidato (Ritalin). Los estimulantes de uso más difundido son la cafeína y la nicotina. Estas drogas tienen un efecto estimulante y pueden producir tolerancia.
Depresores del sistema nervioso central: Barbitúricos amobarbital, pentobarbital, secobarbital), benzodiazepina (Valium, Ativam, Xanax), clorhidrato y paraldehido. Estas sustancias producen un efecto sedante calmante, reducen la ansiedad y pueden llevar a la dependencia. Recordemos que tambien el alcohol puede producir estos efectos.
Alucinógenos: LSD, mezcalina, psilocybin y fenciclidina (PCP o “polvo de ángel”). Tienen propiedades alucinógenas y pueden producir dependencia psicológica. El tetrahidrocannabinol (THC) es el principio activo que se encuentra en el cannabis, marihuana y el hashish. Aunque se utiliza por sus propiedades relajantes, las drogas derivadas del THC también pueden desencadenar paranoia y ansiedad.
El primer paso para evitar las nefastas consecuencias del consumo y la dependencia de drogas y de sustancias estupefacientes es el conocimiento de los efectos negativos que esto puede tener en la propia vida, sea a nivel personal que social, familiar y laboral . Seguiremos hablando de este tema en próximos artículos.
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