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Camino a la beatificación de Alce Negro, el legendario jefe Sioux

BLACK ELK
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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 04/01/18
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Se promueve la santidad del jefe piel roja que se convirtió en 1904 y ayudó a bautizar a cerca de 400 personas Un jefe piel roja de los Sioux podría ser ‘beato’. Antes de su bautismo a la edad de 40 años, se le conocía como Alce Negro y ahora está en camino a los altares de la santidad. El primer paso para el largo proceso de canonización lo ha dado la Conferencia Episcopal de los Obispos de Estados Unidos que en su última asamblea manifestaron su opinión favorable para la apertura de la causa de beatificación.

Su vida

Nicholas Black Elk (nombre de bautismo de Alce Negro), nació en Powder River el 1 de diciembre de 1863. Alce Negro a sólo 12 años participó en la batalla de Little Big Horn (1876), en la que los Sioux dirigidos por Caballo Loco, derrotan a un cuerpo del ejército americano comandado por George Armstrong Custer.

En 1887, a la edad de 24 años, viajó a Inglaterra para participar en el espectáculo de circo de Buffalo Bill llamado “Wild West Show”. En su autobiografía, titulada “Alce Nero Habla” (de John G. Neihardt, 1932) , definirá esa experiencia como “decepcionante”, tanto que al final de la gira regresa a los Estados Unidos. En 1890 luchó en Wounded Knee, donde fue herido en una batalla perdida por los pueblos originarios.

La conversión 

Alce Negro, pertenecía a una dinastía (cuatro generaciones)  que conocían la medicina tradicional. En 1904, conoció a un sacerdote jesuita que lo invitó a estudiar el cristianismo en Rosario Santa Misión cerca de Pine Ridge, Dakota del Sur. El 6 de diciembre, en la fiesta de San Nicolás fue bautizado como Nicolas William.

En 1907, los jesuitas lo nombran catequista a causa de su amor por Cristo, su entusiasmo y su excelente memoria para el aprendizaje de la escritura y de las enseñanzas de la Iglesia. Durante la segunda mitad de su vida, él viajó extensamente a diversas reservas indigenas.

En cada lugar se dedicó a la predicación, compartir historias y a la enseñanza de la fe católica. Se le atribuye haber sido un puente para que 400 personas de los pueblos nativos americanos recibieran el bautismo.

Testimonio

Recientemente, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos atendió el 14 de mayo de 2016 una petición con más de 1.600 firmas para iniciar la causa de canonización que fue presentada al Obispo Robert Dwayne Gruss de la Diócesis de Rapid City en el Sur de Dakota por la familia de Nicholas Alce Negro.

Alce Negro fue considerado un representante de la lucha no violenta por la dignidad de los pueblos nativos de América contra las fuerzas de la industrialización y del colonialismo.

El sufrimiento siempre estuvo presente en su vida, así lo demuestran la pérdida de su primera esposa y la muerte de tres hijos y de dos hijastras.

Él mismo padecía tuberculosis desde 1912, pero Alce Negro nunca se lamentaba de sus quebrantos de salud y testimonió hasta el último instante su fe católica: “Ahora mi corazón está triste, pero mi corazón nunca se volverá malo” escribió en una carta de 1948. “Desde que Wakan Tanka (nombre de Dios en lengua lakota) le dio la luz a mi corazón, está en la luz que no tiene fin”.

Por eso, los obispos estadounidenses, después del último encuentro de la Conferencia episcopal en Baltimore, dieron comienzo al proceso de beatificación que podría elevar a los altares al legendario jefe Sioux.

El proceso es largo, en los procedimientos oficiales de la Iglesia Católica hay tres pasos para la santidad: un candidato pasa a ser “Venerable”, “Beato” y luego “Santo”. En cada etapa pueden pasar varios años, décadas o siglos.

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