Conferencia de prensa tras la muerte del cardenal Law
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La muerte en Roma del cardenal Bernard F. Law, ex arzobispo de Boston (Massachusetts) el pasado 20 de diciembre, a los 86 años de edad, atrajo la mirada de todo el mundo hacia su sucesor, el cardenal Sean P. O’Malley, un franciscano encargado por el Papa de presidir la Pontificia Comisión para la Protección de Menores.
El encuentro con los periodistas y con los medios de comunicación (impulsados por la película Spotlight) se realizó en la sede de la arquidiócesis de Boston el mismo 20 de diciembre.
Hay que recordar que el cardenal Law renunció a su ministerio en Boston en 2002 (y fue trasladado en 2004 a la Basílica de Santa María Mayor, en Roma) en medio de acusaciones de mal manejo de casos de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes en la arquidiócesis.
“Este es un día muy difícil para los sobrevivientes y para todos nosotros en la arquidiócesis de Boston y para mí”, dijo el Cardenal O’Malley en la conferencia de prensa.
Más adelante, reveló que él mismo había “anticipado” este día, sabiendo con toda claridad que abriría muchas viejas heridas y causaría mucho dolor e ira en aquellos que ya han sufrido tanto. “Compartimos su sufrimiento”, continuó el purpurado.
“Como la Iglesia siempre debe hacer, buscamos el perdón por los pecados del pasado y por todas las cosas que se hicieron o dejaron de lado y que contribuyeron al sufrimiento de tantas personas”, dijo durante la conferencia de prensa el cardenal O’Malley.
Reconoció, además, que la arquidiócesis de Boston tiene un compromiso continuo de “proporcionar la asistencia y el apoyo para las víctimas sobrevivientes y sus familias, y esforzarse por mantener un entorno seguro en todas nuestras iglesias, escuelas, instituciones y agencias”.
Los resultados de la tolerancia cero
En la parte central de su presentación ante los medios, tras la muerte del cardenal Law, el cardenal O’Malley reconoció que, para las víctimas, “el dolor sigue ahí, la curación sigue siendo necesaria”.
“Todos debemos estar atentos, especialmente para la prevención del abuso infantil y crear entornos seguros y vigilar constantemente cómo lo estamos haciendo, siguiendo nuestras políticas, nuestro compromiso con toda la comunidad para tomar esto muy en serio y hacer todo lo posible para garantizar ambientes seguros para nuestros niños”.
El nombramiento de Law como arcipreste de la Basílica romana de Santa María Mayor no fue considerado por el cardenal O’Malley como una especie de recompensa de El Vaticano a los malos manejos de la crisis de pederastia de Boston , que causó un profundo impacto en el catolicismo estadounidense. Al referirse a este hecho, O’Malley dijo que ha habido suficiente crecimiento y conciencia de este problema en la Santa Sede como para que eso no ocurra”.
Finalmente, el purpurado bostoniano reconoció que el perdón es la esencia del cristianismo y que no sabe si el alma del cardenal Law sería bienvenida en el cielo pero añadió: “Espero que todos vayan al cielo”.
“Esto es lo que es la misión de la iglesia, trabajar para que todos vayan al cielo, pero no estoy aquí para juzgar a nadie”, dijo, finalmente, el cardenal O’Malley.
En diferentes foros el cardenal de Boston ha sostenido que “el abuso sexual contra menores, por parte de personas del clero, ha disminuido y puede ser erradicado con políticas de cero tolerancia, adecuados programas preventivos, de educación y de transparencia”.
Acto seguido pone como ejemplo a su Arquidiócesis, donde, afirma, no se ha vuelto a presentar ni un solo caso de abuso sexual por parte del clero, luego del escándalo que se registró hace 14 años y que provocó que la arquidiócesis adoptara medidas de tolerancia cero.
*Con información de The Pilot, periódico de la arquidiócesis de Boston.*