Porque en bodas no todo es innovar e inventar. No hay que perder las buenas tradiciones. Te presentamos cinco que no debes pasar por alto si estás planeando casarte.
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
1. Pedida de mano
Posiblemente, uno de los acontecimientos más bonitos del noviazgo. La pareja ha llegado a un punto de entendimiento, respecto, tolerancia, amor… Es el momento crucial en el que se decide dar el paso más importante de su relación, el paso más importante de su vida: unirse en matrimonio.
La pedida de mano llega después del momento romántico, en el que él pregunta a ella eso de “¿quieres casarte conmigo?” y ella le responde con un jubiloso sí.
Años atrás, la pedida de mano tenía como único fin que los padres de la novia dieran su consentimiento, que aceptaran la unión matrimonial de la pareja.
Ahora, el motivo es otro: el de comunicar la buena noticia a los familiares y amigos. Ahora son los novios quienes deciden con responsabilidad que están preparados para casarse.
Por lo general, esta decisión se materializa en una reunión familiar, que suele hacerse en casa de la novia o en un restaurante. En cualquier caso, se organiza una comida o una cena donde las familias puedan conocerse y hablar con tranquilidad sobre todos los aspectos y detalles de la boda.
Al final, como es tradición, se realiza el intercambio de regalos entre los novios. Normalmente, una joya para ella y un buen reloj para él, como símbolo de su compromiso
Te puede interesar:
Historias divertidas de pedidas de mano
2. Novias veladas
Se trata de un antigua tradición, obligatoria en las bodas cristianas a partir de 1800, pero voluntaria y opcional en la actualidad.
Un accesorio del look nupcial cargado de significado y simbolismo. El velo de novia, tal y como lo conocemos hoy día, habla de respeto hacia las familias, hacia el esposo y hacia Dios, de unión y, sobre todo, de entrega.
Te puede interesar:
El velo de novia, ¿tradición o moda?
3. El baile nupcial
El baile es uno de los momentos más esperados del convite ya que con él dan comienzo los momentos de mayor diversión con familiares y amigos.
Sobre el baile hay muchas opciones, hay quienes deciden bailar el clásico vals y quienes se atreven con alguna canción distinta pero especial para ellos.
Aunque la canción elegida sea clásica o más moderna, lo realmente importante es que este baile es un momento para la pareja, en el que todos los invitados disfrutan viendo el amor de los novios y las caras de felicidad de sus familiares.
Es una buena oportunidad para bailar con los orgullosos padrinos dejando a todos un bonito recuerdo.
Te puede interesar:
Típicos errores que las novias cometen (Parte 1)
4. Fotos de familia
“Foto de hermanos, ahora solo primos, una de amigos… y ahora todos”. Lo cierto es que en las bodas se dan cita aquel primo que está trabajando fuera y nunca ves, aquella tía, algo impedida, que hace el esfuerzo de ir, aquel amigo que hace años que no ves, aquel compañero que te cae tan bien…
Por eso, para inmortalizar esos bellos momentos junto a la gente que quieres y aprecias lo mejor es fotografiarlos. Una foto para el recuerdo. Una foto para que perdure ese momento para siempre. Fotos para revivir ese día cada vez que quieras.
Y recuerda, aunque el momento “fotos grupales” pueda parecer largo y pesado, cuando pase el tiempo, te alegrarás de tenerlas, y puede incluso que llegues a echar en falta alguna.
Te puede interesar:
Típicos errores que las novias cometen (Parte 2)
5. Un brindis de agradecimiento
Bridar para manifestar alegría, para desear buena suerte, para agradecer y reconocer…
El brindis, acompañado de un breve discurso, es un gesto que no debe perderse ya que es un momento único en la boda donde la atención deja de centrarse en los novios por un momento para centrarse en la persona que habla.
En bodas, el brindis, es muy común que lo haga el padrino y padre de la novia. Suele ser unas breves palabras de agradecimiento y buenos deseos para los recién casados.
Al finalizar, todos los asistentes alzan la copa y beben. Pero no siempre son los padres. Otras veces son los hermanos o amigos muy íntimos los que dedican unas palabras a los novios, compartiendo incluso alguna anécdota graciosa o algún momento suyo con todos los invitados.
Te puede interesar:
Cómo hacer un buen discurso para una boda