En el Vaticano se realizó la ceremonia de inauguración del Pesebre y árbol de Navidad“En la simplicidad del pesebre encontramos y contemplamos la ternura de Dios, manifestada en la del Niño Jesús”, dijo el papa Francisco este viernes 7 de diciembre durante la audiencia dedicada a las delegaciones de Polonia y de la Abadía de Montevergine (Italia) que han regalado este año el árbol de Navidad y el Belén en la Plaza de San Pedro.
“¡Que la Natividad del Señor sea una ocasión para estar más atentos a las necesidades de los pobres y de aquellos que, como Jesús, no encuentran quien los reciba!”, exhortó el Papa.
El Pontífice reflexionó sobre la Navidad y su significado esperanzador y que lleva a la acción.
“Cada año, el pesebre y el árbol de Navidad nos hablan con su lenguaje simbólico. Hacen que sea más visible cuanto se percibe en la experiencia del nacimiento del Hijo de Dios”, dijo el Papa.
Se trata de “signos de la compasión del Padre celestial, de su participación y su cercanía a la humanidad, que siente que no ha sido abandonada en la noche de los tiempos, sino visitada y acompañados en sus dificultades”, explicó.
Asimismo, en la tarde, se realizó la ceremonia de inauguración del Pesebre y árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro, en vísperas de la Inmaculada Concepción.
El Papa se refirió al “árbol erguido” que “nos estimula a tender “a los dones más altos”, a elevarnos por encima de las nieblas que ofuscan, para experimentar cómo es hermoso y alegre sumergirse en la luz de Cristo”.
La Abadía Territorial de Montevergine, una sede de la Iglesia católica perteneciente a la Arquidiócesis de Benevento en el sur de Italia ha sido la encargada de ofrecer el pesebre para este año 2017.
Las 20 figuras, entre pastores, animalitos y sagrada familia, fueron realizadas en estilo del siglo XVIII, típica del arte napolitano, y la obra ha sido inspirada en las obras de Misericordia.
“El Nacimiento es el lugar evocador donde contemplamos a Jesús que, tomando sobre sí las miserias del hombre, nos invita a hacer lo mismo, a través de acciones de misericordia”, expresó Francisco.
El árbol este año viene desde Polonia, específicamente de la Archidiócesis de Elk. Tiene una altura de 28 metros y un diámetro máximo en la base de 10 metros. Fue el Cuerpo Forestal local el encargado de transportarlo en una ruta de más de 2.000 km a través de Europa central.
Los niños y las niñas del departamento de oncología de algunos hospitales italianos con sus pequeñas y laboriosas manos decoraron las figuras de cerámica. También participaron infantantes de las zonas afectadas por el terremoto del centro de Italia.
Estos niños, junto con sus padres, participaron en el programa de terapia de cerámica-recreativa llevado a cabo por la Fundación Onlus condesa Lene Thun.
A ellos, el Papa les agradeció así: “Queridos niños, mi agradecimiento es sobre todo para ustedes. En las creaciones hechas ustedes han transferido sus sueños y sus deseos de ser levantados hacia el cielo y de dar a conocer a Jesús, que se hace niño como ustedes para decirles que les ama”.
Igualmente, destacó su reconocimiento por el testimonio de esos niños, “por embellecer estos signos navideños que los peregrinos y visitantes de todo el mundo podrán admirar. ¡Gracias! ¡Gracias! Esta noche, cuando se enciendan las luces del Nacimiento y del árbol de Navidad, también se iluminarán los deseos que hayan transferido a los adornos y los podrán ver todos. ¡Gracias!”.
El árbol de navidad y el pesebre estarán iluminados hasta la noche del domingo 7 de enero de 2018, día en el que se concluyen las fechas navideñas.