De cómo Jim Carrey y Andy Kaufman exploraron los límites entre la realidad y la ficción En 1999, tras el éxito de público y de crítica de El show de Truman y el reconocimiento de Jim Carrey como actor dramático, éste quiso ir un paso más allá en la recreación de una personal real (el cómico transgresor Andy Kaufman), papel que le permitiría jugar con la comedia, el drama y los límites entre la realidad y la ficción. Milos Forman, que al principio no lo quería para el personaje, dirigió con mucho oficio el filme sobre Andy Kaufman y su álter ego Tony Clifton: Man on the Moon, por el que Carrey obtuvo el Globo de Oro.
La película sigue siendo uno de los mejores trabajos de Forman y Carrey. El segundo se transformó tan radicalmente en Kaufman que lo llevó más allá de lo que vimos en pantalla. Y eso es lo que desvela este documental: Jim y Andy.
Durante el rodaje de Man on the Moon, Bob Zmuda y Lynne Margulies, el cómplice y la novia de Kaufman, respectivamente, se encargaron de filmar y documentar todo lo que sucedía detrás de las cámaras, siguiendo a Carrey por los platós y en las caravanas de maquillaje.
El material ha permanecido inédito durante casi veinte años, y lo que nos muestra es asombroso: el actor, en una especie de trastorno de personalidad pasajera (aunque él lo denomina, en el documental, una toma de vacaciones de sí mismo), se convirtió en Andy Kaufman y en Tony Clifton a tiempo completo, de tal manera que incluso nadie del equipo le llamaba “Jim”, sino “Andy” o “Tony”, dependiendo de cómo apareciera disfrazado ese día.
Andy Kaufman (1949 – 1984), para quien no lo sepa, fue un comediante que siempre jugó con la provocación y con los límites, hasta tal punto de desconcertar a todo el mundo (y enfurecerlos, ya de paso) porque nunca marcaba las fronteras entre la broma y la seriedad, entre lo real y lo ficticio, llegando a lograr que le partieran la cara más de una vez.
Ese mismo juego es el que Jim Carrey se propuso: enredar con los personajes y no establecer límites, lo que provocó el agotamiento de Milos Forman, que no sabía cómo lidiar con él, y el hartazgo del actor y luchador Jerry Lawler, a quien Carrey pincha e insulta durante el rodaje (como había hecho Kaufman con el propio Lawler) hasta que logra su propósito: sacarlo de sus casillas hasta llegar a la agresión física, enviando al actor al hospital. Pero la burla más gloriosa es la que le tocó aguantar a Hugh Hefner, el magnate de Playboy: preferimos no desvelarla para que el espectador la disfrute por su cuenta.
Jim y Andy, que produce Spike Jonze (director de Cómo ser John Malkovich, El ladrón de orquídeas y Her, entre otras), es una de esas piruetas circenses que juegan con nuestra credulidad, que desafían las líneas entre lo provocador y lo políticamente correcto.
Es un documental en el que, de nuevo, Jim Carrey logra romper la imagen que teníamos de él, mostrándonos hasta dónde puede llegar un pacífico hombre, un Doctor Jekyll, al convertirse en un Mister Hyde incómodo para las personas de su entorno. Jim y Andy, además, cuenta con las declaraciones actuales de un Jim Carrey que ya está más allá del bien y del mal, y que suelta numerosas sentencias y anécdotas llenas de jugo.
Lo que él hizo fue recoger el testigo de Andy Kaufman y revivirlo como si estuviera poseído por él. La experiencia, tal y como revela, fue extenuante, y pudo haberle conducido a la locura. El documental, por si fuera poco, es muy divertido.
Ficha Técnica
Título original: Jim & Andy: The Great Beyond
País: Canadá / EE.UU.
Director: Chris Smith
Guión: ____
Música: Varios
Género: Documental
Duración: 94 min.
Reparto: Jim Carrey, Milos Forman, Danny DeVito, Paul Giamatti, Bob Zmuda, Courtney Love