Aunque los crisantemos son las flores en las que pensamos primero para decorar las tumbas en la conmemoración de los difuntos, existen otras plantas, igual de coloridas, que resistirán también los primeros fríos.
Con motivo de la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el 2 de noviembre, pero a menudo la víspera, el Día de Todos los Santos, que es fiesta, es tradición rendir homenaje a los seres queridos que se marcharon: visitamos el cementerio y colocamos flores en sus tumbas. Pero ¿qué composición floral escoger para embellecer la tumba de un ser querido? ¿Cómo asegurarse de que las flores o las plantas resistirán las temperaturas que no harán sino bajar los próximos días? Selección estacional, desde el ineludible crisantemo hasta la bonita verónica azul o la roja skimia de Japón.
Los tradicionales crisantemos
En muchos lugares, la tradición, que se remonta a la Primera Guerra Mundial, hace de los crisantemos las flores más compradas para decorar las tumbas en el Día de Todos los Santos. Ofrecen una gran variedad de colores que van desde el amarillo dorado brillante a los rosas y anaranjados; podemos escoger un ramo pequeño, que resistirá al viento, o incluso colocarlos en un jarrón funerario, suficientemente pesado para que no se vuelque en caso de mal tiempo.
Aunque los crisantemos se asocien con el Día de los Muertos, estas plantas perennes simbolizan la eternidad y la alegría en muchos países como Japón, Corea o incluso Rusia. Requieren poco mantenimiento, por lo que son adecuados para decorar las tumbas en este periodo otoñal. ¡Pero no son las únicas plantas que resisten el frío y las heladas!
Surtido de brezo y berza ornamental
Según aconseja Estelle, florista de Nancy (Francia), “se puede elegir un surtido de crisantemos, berzas ornamentales y brezos en una jardinera, por ejemplo, cuya colocación a veces está prevista en algunas tumbas”. Las plantas en maceta son preferibles a los ramos de flores, por la simple razón de que pueden durar toda una temporada, o incluso la siguiente, si el invierno es suave y se las cuida bien. “Para el riego, depende del clima, pero como regla general es aconsejable regarlas una vez a la semana, si no ha llovido. No olviden limpiar la tumba de las hojas muertas que caen”.
El brezo ofrece un follaje persistente y colorido, al igual que las coles ornamentales, con tonos malvas y violetas.
Otras flores que resisten al frío: ciclamen, skimia & verónica
No hay nada que nos impida elegir otras flores cuya floración es igual de cálida y a veces más prolongada, dependiendo de las preferencias particulares y de los gustos de las personas homenajeadas. Evite solamente las flores que no soporten temperaturas bajas, de -5° a -10°. Minini, florista de Dijon (Francia), prefiere el ciclamen, que florece en otoño.
Podemos recurrir también a la verónica, que antaño fue utilizada para tratar a los leprosos y que toma su nombre de santa Verónica. Hay unas 200 especies, generalmente de color azul:
Se puede optar también por un arbusto muy hermoso llamado skimia japonica, que da unas bayas rojas muy bonitas en el otoño, vivas y vibrantes, perfecto para esta temporada: