Deslúmbrate con las imágenes de esta elevación en Colombia cargada de fe y tradición Una experiencia única e inolvidable. Luego de subir 3.152 metros sobre el nivel del mar es posible contemplar la belleza de Bogotá, la capital de Colombia, que yace a sus pies.
Desde ahí, en las alturas, cualquier creyente es capaz de sentirse más cerca de Dios, pero no solo por la cantidad de metros sobre el nivel del mar, sino porque en lo alto se respira un verdadero aire de fe y religiosidad.
Es que actualmente, allí en lo más alto de esta famosa elevación de los Cerros Orientales de Bogotá, se encuentra la Basílica Santuario del Señor Caído de Monsarrete, una talla considerada “milagrosa” que data del Siglo XVI.
Debido a esto a sus pies llegan todo tipo de intenciones, desde las más profundas, como la sanación de enfermedades complejas, hasta otras quizás un poco más “terrenales” como son los temas de visado. Así lo comentó el colombiano Luis Fernando Rendón a El Espectador, quien se acercó hasta ahí para “agradecer haber conseguido residencia en Estados Unidos”.
A este lugar acuden de forma frecuente tanto turistas locales como extranjeros. Sus propósitos, queda claro, pueden variar. Para algunos se trata de cumplir una promesa, para otros la elevación de plegarias. Pero también están los que disfrutan del lugar por lo que representa en cuanto atractivo natural (el avistamiento de la ciudad y también de aves).
Para llegar hasta lo más alto hay varias maneras. Puede ser tanto a pie como como por teleférico o funicular (una especie de ferrocarril para atraviesa pendientes). Una vez cumplido el objetivo ahí están las diferentes opciones que incluyen hasta el deleite gastronómico gracias a la presencia de restaurantes y otros locales de comidas.
Fe también en el llano
Sin embargo, antes del ascenso ya es posible comenzar con este recorrido de devoción. “La cruz ubicada en la falda del cerro de Monserrate se construyó como símbolo y recuerdo del descenso del Señor Caído de Monserrate en la jornada de oración ‘Bogotá ora por la paz de Colombia’ que se llevó a cabo el 21 y 22 de Noviembre de 1998″, recuerda el portal del cerro.
Precisamente, esta imagen descendió en dos ocasiones en el Siglo XX, “una de ellas en 1916 para detener una fuerte sequía que azotaba Bogotá”. Mientras tanto, hace tres años, en 2014, la imagen volvió a descender con motivo de la celebración del jubileo de los 450 años de la Arquidiócesis de Bogotá.
¿El Señor mantiene dormido al volcán?
La Alcaldía de Bogotá recuerda que “la ermita que dio origen a la peregrinación al cerro de Monserrate fue reemplazada en 1925 por la actual iglesia de lenguaje neogótico (…), posteriormente ésta fue transformada a la actual iglesia de corte neocolonial”.
Al mismo tiempo señala que “el nombre de Monserrate se debe a que la primera capilla estaba consagrada a Nuestra Señora de la Cruz de Monserrate (una Virgen morena como la de Barcelona)”.
Pero más allá de estos aspectos históricos, hay otros que forman parte de la tradición oral y que se trasmiten de generación en generación. En ese sentido, algunos afirman que el lugar donde está ubicado el santuario es un “volcán que está dormido” y que cuando se despierte “pondrá a temblar a todo Bogotá”. Debido a esto, para muchos, “El Señor Caído” es también el responsable de mantener dormido al volcán.
Pero diversos estudios indican que el cerro no es un volcán ni está en una zona volcánica. No obstante, no sucede lo mismo en cuanto a los terremotos. Precisamente, hace 100 años un fuerte movimiento sísmico generó efectos adversos sobre esa región, por lo que ahora se está atravesando un período considerado de “silencio sísmico”.
Por ende, en cualquiera de los casos, pase lo que pase, la devoción y la que se vive en lo más alto de este cerro está más asentada que nunca. Sin dudas, el lugar en Bogotá para estar “más cerca” de Dios.
A continuación te invitamos a disfrutar de las mejores postales del cerro de la mano de la mano Marko Vombergar, integrante del Departamento de Imagen de Aleteia.