El actor interpretó a tres personajes diferentes en ‘Twin Peaks’ 2017 Una de las tendencias de las series norteamericanas de 2017 consiste en desdoblar a la estrella. Empezó con Ewan McGregor, en la nueva temporada de Fargo, interpretando a los hermanos Stussy: Ray, un agente de la condicional con aspecto de loser, y Emmit, un empresario con perfil de éxito. Y a finales de agosto pudimos ver el magnífico piloto de The Deuce, la nueva serie orquestada por David Simon, Richard Price y George Pelecanos, donde James Franco recrea a los gemelos Martino: Vincent y Frankie.
Entre la emisión de Fargo y The Deuce, David Lynch nos brindó este verano el mejor papel de Kyle MacLachlan, quien da vida no a dos, sino a tres personajes muy distintos. Aunque no logremos entender por completo esta tercera temporada de Twin Peaks, plagada de sabrosos guiños, recovecos inexplicables, pasadizos inesperados con la serie original y con la película y giros radicales de guión, muchos creemos que es una de las obras más logradas de Lynch, más perfecta e innovadora que sus orígenes.
Aparte de los numerosos cameos, de los músicos que actúan en el Roadhouse y de las abundantes secuencias que pueden funcionar como cortometrajes aislados o pequeños relatos independientes, quizá la gran sorpresa de Twin Peaks sea la deconstrucción del personaje de MacLachlan, trabajo por el que merece un montón de premios:
Dale Cooper. Quien esperase ver en esta temporada al agente grabando sus mensajes a Diane y fisgando por aquí y por allá, se llevaría un chasco porque apenas aparece en ese rol. Lynch es un cineasta que, como Quentin Tarantino, suele girar por donde menos lo esperamos. Las apariciones de Cooper actúan aquí en el sentido de vistazos nostálgicos.
El doble o doppelgänger de Dale Cooper. Al final de la segunda temporada, Bob tomaba posesión del agente Cooper. Años después, ese doble infame se ha forjado una carrera en actividades delictivas. El personaje es opuesto a las hechuras del detective del FBI (pelo engominado, trajes y abrigos, corbatas): el doppelgänger lleva melena, lentillas negras, chupa de cuero, botas… Según los fans, su pinta incluye referencias a Corazón salvaje y No es país para viejos. Este doble fantasmagórico es un villano dotado de una fuerza descomunal, hábil con los puños y con las pistolas, sagaz y violento, y proclive a ejercer las mayores crueldades.
El tulpa Dougie Jones. Distinto a un doble fantasmal es un tulpa, es decir, “un ente místico creado por un acto de la imaginación y de la voluntad” (Wikipedia). Doug Jones es alguien que crean a partir de una especie de semilla de oro, una construcción basada en Dale Cooper que ocupa el lugar de un hombre casado y con un empleo en una agencia de seguros (MacLachlan again). Cuando el tulpa de Cooper se convierte en Jones, la gente de su entorno cree que sigue siendo el viejo Dougie pero que le sucede algo, como si estuviera enfermo. Es una especie de autómata: no sabe qué tiene qué hacer, sólo habla para repetir las últimas palabras de cada interlocutor, deben vestirlo y socorrerlo igual que a un enfermo de Alzheimer. Este personaje es la otra cara de la moneda del Cooper villano: deudor del cine mudo, metido siempre en problemas, a punto de perder el pellejo… Una creación tan cómica como absurda.
Lo que ha hecho Lynch, zorro sabio, es fracturar una imagen, casi un símbolo, y devolverla desplegada en dos géneros: el terror (el doble) y la comedia (el tulpa), dos de los puntales del cine norteamericano. La operación es deslumbrante, e indica que seguimos estando frente a un cineasta escurridizo con hechuras de prestidigitador.
Ficha Técnica
Título original: Twin Peaks
País: Estados Unidos
Director: David Lynch
Guión: Mark Frost & David Lynch
Música: Angelo Badalamenti y Varios
Género: Series / Crimen / Drama / Misterio
Duración: 60 min. / episodio
Reparto: Kyle MacLachlan, Michael Horse, Miguel Ferrer, David Lynch, Robert Forster, Naomi Watts, Laura Dern, Dana Ashbrook…