Es cierto que muchos alimentos requieren refrigeración para que se conserven mejor y por más tiempo, pero debemos saber que hay algunos que pueden estropearse y perder sus propiedades organolépticas por someterlos a bajas temperaturas.
Muchas veces pensamos que guardar la mayoría de los alimentos en el refrigerador es lo mejor para evitar que no aparezcan microorganismos que dañen el alimento y no se puedan consumir, pero no siempre es así.
Lo que sucede es que el frío puede acelerar el proceso de descomposición de alguno de ellos y provocar que pierdan su sabor original.
Los principales factores que afectan el tiempo de conservación son la sal y el azúcar que contiene cada alimento, así como la cantidad de agua en su interior, la acidez, el empaquetado y los tratamientos especiales realizados, como puede ser por ejemplo un proceso de ahumado.
Es muy importante aprender a conservar bien nuestros alimentos ya que es una manera de hacer un uso responsable y de evitar su derroche. Ahora solo queda poner orden en el refrigerador y en la depensa para disfrutar en familia con el sabor, aroma, textura y nutrientes característicos de cada producto.