Una cinta del años 2014 que pasó completamente inadvertida que no obstante evidencia que hay vida más allá de It
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Aprovechando que la cosa va de payasos me parece oportuno reivindicar, no tanto una película, como la escueta filmografía de un director que, con el permiso de Guardianes de la Galaxia Vol. 2, es el principal responsable del mayor éxito en lo que llevamos de año, Spider-Man. Homecoming.
Jon Watts era el típico cineasta licenciado en la Universidad de Nueva York que llegó a esto del cine queriendo llamar la atención. Lógico. De modo que para hacerse notar entre semejante maremágnum de jóvenes directores Watts decidió rodar un falso tráiler (un avance de una película que no existía) sobre un payaso asesino entre cuyos créditos se encontraba el nombre de Eli Roth, aunque el señor Roth no supiera nada del invento. Fue una buena idea porque al mencionado Roth le llegó la noticia de que estaban empleando su nombre para promocionar una película que no existía y entonces decidió convertirla en una realidad.
Clown, pretendía contar la historia de un payaso demoniaco que, literalmente se come a los niños. Es por esto que el nombre de Roth no desentone en un film como éste habiendo firmado títulos como Hostel, Infierno verde o Toc, toc. No obstante Roth solo ponía el nombre, aquello era poco menos que un apoyo de galantería profesional para quien pretende filmar su primera película porque los que realmente respondían ante lo que se estaba rodando eran los hermanos Harvey y Bob Weinstein.
Algún día hablaremos de los hermanos Weinstein cuyo carácter imprevisible y colérico ha desembocado en un anecdotario realmente variopinto que van de despedir a Guillermo del Toro en mitad del rodaje de Mimic a tirarle (literalmente) los muebles a la cabeza a Martin Scorsese durante el rodaje de Gangs of New York. Estando detrás los Weinstein cualquier cosa puede pasar pero siempre saldrán ganando ellos, nunca el director.
En este caso, con el truculento punto de partida que tenía Clown, lo cierto es que el largometraje, sin ser apto para todos los públicos, tampoco resulta completamente inaguantable. Los Weinstein y su director, Jon Watts, se las arreglaron para ser lo suficientemente terroríficos como para provocar alguna que otra pesadilla pero sin rebasar líneas que habrían abocado la película a una distribución menor y todo pese a que fue prohibida en algunos países por ciertos malentendidos debido a algunos de sus carteles promocionales.
Aun así, Clown se estrenó en salas comerciales solo en trece países en todo el mundo y su recaudación fue poco menos que vergonzosa. Pese a todo, el film tiene su gracia o mejor, su miedo. En la propuesta de Watts, que poco después dirigiría Coche policial y posteriormente Spider-Man Homecoming, el payaso no es un divertido mimo destinado a hacer reír sino un demonio del averno que la historia ha alterado para confundirnos.
En el film, un padre de familia se pone un traje de payaso para amenizar la fiesta de cumpleaños de su hijo pero resulta que el traje en realidad es piel y la peluca pelo del demonio original. Aunque previsible, Clown resulta lo suficientemente terrorífica, sobre todo cuando penetra en ambientes ajenos al género como parques infantiles y esas cosas lo que también sirve para bosquejar a un director con ideas, las suficientes como para llevar a buen puerto una nueva (y van unas cuantas) aproximación a Spider-Man.
Ficha técnica
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS
Título original: Clown (2014)
País: Estados Unidos
Director: John Watts
Guión: Christopher D. Ford y Jon Watts
Música: Matt Veligda
Género: Terror
Reparto: Andy Powers, Laura Allen, Peter Stormare, Elizabeth Whitmere, Christian Distefano,Chuck Shamata, John MacDonald, Sarah Scheffer, Matthew Stefiuk, Claudia Jurt,Allen Altman, Robert Reynolds, Julia A. Long, Jodi Larratt, Rachel Nicole Shugar,Dan Demarbre, Abigail Lieff, Caeden Lawrence, Amy Balaton, Eli Roth