El país sudamericano recibe la visita de un pontífice después de 30 años “Lo queremos recibir con mucha alegría. Queremos hacerle sentir que en Chile se quiere al amigo cuando nos visita. Y desde ya abrimos nuestros brazos y nuestro corazón para recibirlo”.
Así se expresó en conferencia de prensa el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CEC), monseñor Santiago Silva, ni bien se confirmó la visita del papa Francisco a Chile entre el 15 y 18 de enero.
Por su parte, el arzobispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati, destacó que se espera la visita del Papa “con mucha confianza, con un corazón muy abierto y disponible para acoger su mensaje, que ciertamente le hará mucho bien a la Iglesia y a nuestro país”.
Detalles de la visita de @Pontifex_es a Chile, entre el 15 y el 18 de enero de 2018, en el siguiente enlace: https://t.co/Qc8jpvc9RL pic.twitter.com/4uCiRDVCB0
— Conferencia Episcopal Chile (@episcopado_cl) June 19, 2017
Si bien el programa del viaje “será conocido a su debido tiempo”, lo primero que trascendió fue que la visita incluye las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique. En el primer caso cobra relevancia por ser la ciudad capital. El segundo destino elegido cobra particular destaque por tratarse estar vinculado a la región de la Araucanía, al sur de Chile, y tierra del histórico conflicto mapuche. Una zona donde los últimos años ha estado marcada por la violencia y la instalación de una mesa de diálogo para con este pueblo originario.
En cuanto a Iquique, al norte de Chile, también representa un momento histórico. Se trata de una zona más cálida en Chile, con presencia de playas y punto de integración a nivel sudamericano (cuenta con una particular cercanía con países como Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay y Brasil). Al mismo tiempo, se subraya la vocación religiosa de esta tierra.
“Acá se dan una de las fiestas religiosas más importantes, la fiesta de la Virgen de La Tirana y la fiesta de San Lorenzo en Tarapacá. Nos sentimos bendecidos”, declaró a El Mercurio un edil de Iquique, Mauricio Soria.
Los ecos del anuncio de la visita fueron más que positivos. A las consideraciones se sumó la propia presidenta de Chile, Michelle Bachelet, saludó la noticia desde el Palacio de la Moneda (casa de gobierno).
“Esta es segunda vez que un Papa visitará Chile, luego de hace 30 años cuando estuvo el Papa Juan Pablo II, en momentos muy especiales de nuestra historia”, señaló.
En cuanto a la actual visita puntualizó que representa un momento “muy importante”. “Nos va a permitir poder reflexionar sobre lo que nos une como nación, poder colocar al ser humano y no al dinero en el centro del desarrollo de una nación. Y creo que esto nos habla de cómo enfrentamos los desafíos sociales y ambientales, de los cuales el Papa Francisco ha hablado y ha señalado ante el mundo su posición de manera muy clara”, especificó.
“Vamos a esperar, sin duda, con afecto, con los brazos abiertos y como una posibilidad importante para muchos chilenos y chilenas, y también, muchas personas que viniendo de otros países han elegido a Chile como una segunda patria, que les permita también poder tener contacto con la máxima autoridad de la Iglesia Católica”, agregó.
En enero, @Pontifex_es será muy bienvenido a Chile. Coincidimos en la importancia de avanzar hacia mayor justicia social en Latinoamérica.
— Michelle Bachelet (@mbachelet) June 19, 2017
¿Qué Chile encontrará Francisco?
En base a un reporte realizado por La Tercera, se cuenta de algunas diferencias entre el Chile que recibió por primera vez a un pontífice en el año 1987 –a Juan Pablo II- y el actual, que recibirá a Francisco en 2018. Historiadores y sociólogos coinciden en que la visita del papa será en un escenario social y político diferente. Un aspecto, por ejemplo, es el número de inmigrantes. Mientras en el año 1987 había cerca de 84.000, actualmente, en base a cifras del Departamento de Extranjería, hay más de 460.000, indica ese medio.
Por otro lado, a nivel político, durante la visita de Juan Pablo II se comenzaba a discutir el proceso de la transición democrática, a diferencia de la actualidad, donde hay un régimen democrático consolidado en el país sudamericano.
Cuando Juan Pablo II visitó Chile, su agenda incluyó más localidades como Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Puerto Montt, entre otros.
En esta oportunidad, la visita de Francisco será más enfocada, aunque no menos simbólica.
“Me gusta que vaya a Iquique por el tema de los migrantes, y por el tema de Perú y Bolivia. Viene como emisario de paz. En Temuco está el tema de la situación de los pueblos originarios en su generalidad y tendrá que escuchar la reivindicación de los temas mapuches. No me cabe la menor duda de que sabe qué es Chile, porque es argentino, conoce a monseñor Ezzati y conoce nuestra Iglesia”, dijo a La Tercera Marcial Sánchez, profesor de Historia de la Iglesia en la U. Católica de Chile.
En cuanto a los católicos en Chile, la encuesta Bicentenario del año 2014 daba cuenta que el 59% de la población se declaraba católica, aspecto que varió en comparación con 2006, donde la cifra rondaba el 70%.
Más allá de los cambios y especulaciones con respecto a la situación social del país y la religiosidad de su gente, sin lugar a dudas no será impedimento para que Francisco se pueda sentir como en su casa cuando llegue a Chile en 2018. A pocos kilómetros de ahí seguramente sean muchos los compatriotas que también aprovechen la ocasión para brindarle el cariño y el afecto al primer pontífice latinoamericano.
En base a la CEC, La Tercera, El Mercurio y Presidencia