La hazaña deportiva venezolana que inunda de esperanza a todo un país Venezuela se metió en una final del mundo por primera vez en su historia, en este caso, del Mundial Sub 20 que se disputa en Corea del Sur. Como toda hazaña no fue para nada sencilla.
Fueron más de 120 minutos de juego a pura emoción en procura de destrabar un resultado que se había presentado en empate 1 a 1. Tanto los juveniles venezolanos como uruguayos habían dejado todo lo de sí para llegar a esta instancia.
Sin embargo, durante la definición mediante la ejecución de los tiros desde el punto penal el viento de la alegría estuvo del lado de Venezuela, que se quedó con el triunfo.
¡Vamos los chamos! –esa peculiar manera de llamar a los jóvenes es Venezuela- es quizás el grito más representativo de este momento, cargado de una profunda emoción que se vio reflejada tanto en esos jugadores como en el cuerpo técnico encabezado por Rafael Dudamel.
El empate que forzó la prórroga llegó en los descuentos, cuando ya no quedaba más nada. En ningún momento se bajaron los brazos, la expectativa y la oración se mantuvo hasta el último suspiro.
🇻🇪Toda la gloria para Dios, hoy nos ha dado la fuerza y la sabiduría para pasar a la final y regalarle esta inmensa alegría a nuestro país🇻🇪 pic.twitter.com/h1wSXbDwa5
— Rafael Dudamel (@rafaeldudamel) June 8, 2017
A nivel deportivo representa que por primera vez Venezuela juegue una final de una copa del Mundo. Eso será el domingo y será otra historia. Las chances de que este equipo pueda salir campeón son muchas. Pero a nivel emocional tiene otros componentes que lo único que hacen es llevar algarabía a un pueblo que por estas horas lo necesita y mucho.
Y todo se da precisamente en medio de un contexto de represión en Venezuela que ha dejado decenas de muertos y cientos de heridos, donde también los jóvenes han sido protagonistas a la hora de la defensa de los derechos del pueblo. En su mensaje una vez finalizado el partido, el propio Dudamel fue quien se encargó de recordar esta situación y recordar la muerte en las últimas horas de un joven de 17 años durante las protestas, la misma edad de varios de estos jóvenes que llenan de emoción al país. “Presidente, pare ya las armas”, enfatizó Dudamel.
En la juventud está el futuro, en la juventud está la esperanza.
