Las tesis de la actual administración estadounidense son diametralmente opuesta a las del Papa FranciscoEn medio de la polémica por la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, hoy 5 de junio el mundo celebra, entre atónito y desesperanzado, el Día Mundial del Medio Ambiente.
La ONU lo instituyó en Estocolmo en 1972 ( comenzó a celebrarse en 1974), como una estrategia de reflexión global sobre la protección y el mejoramiento del medio humano, “una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero”.
Esta fecha –que hoy se celebra bajo el signo del abandono del Acuerdo de París por parte de uno de los dos países que mayor cantidad de dióxido de carbono, Estados Unidos, vierten a la atmósfera— “brinda la oportunidad de ampliar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la conservación y la mejora del medio”.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible pide “garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales”. En concreto, los objetivos 14 y 15 se centran en la conservación de los ecosistemas marinos y terrestres, así como en el uso sostenible de estos recursos. En otras palabras, pide una verdadera y genuina “conversión ecológica” que significa anteponer los intereses de todos a los intereses económicos particulares.
El Papa Francisco, a quien Donald Trump visitó justamente una semana antes de anunciar la salida de su país del Acuerdo, escribió, en su encíclica Laudato Si’ que “Todo está íntimamente relacionado (…) no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental”.
Y remataba, en el Capítulo IV de su documento: “Un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social”, porque los pobres son las principales víctimas del cambio climático y de un modelo productivo que se sustenta en la voracidad consumista en los países ricos, mientras 800 millones de personas pasan hambre en el mundo.
Las tesis de la actual administración estadounidense son diametralmente opuesta a las del Papa Francisco y el motivo de su salida –por cumplir una promesa de campaña—ha motivado que líderes como el recientemente elegido premier francés Emmanuel Macron tomen la estafeta que, de alguna forma, perteneció al antecesor de Trump, Barack Obama.
El tema de 2017 es “Conectar a las personas con la naturaleza” y anima a los seres humanos “a que salgamos al aire libre y nos adentremos en la naturaleza para apreciar su belleza y reflexionar acerca de cómo somos parte integrante y lo mucho que de ella dependemos”.
El país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente, donde tienen lugar las celebraciones oficiales, varía anualmente. Este año es Canadá, que cumple 150 años de existencia y que se ha convertido en uno de los países del mundo con mayor patrimonio natural que sustenta su economía y que ha sido ejemplo de preservación y cuidado del medio ambiente.
Como parte de esta celebración Canadá está ofreciendo entradas gratuitas a sus parques nacionales a lo largo de 2017.