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El Papa: “Agenda del obispo plena por tres meses… ¿Y qué pasa con sacerdote en dificultad?”

12 mars 2016 : Le pape François, parlant avec de jeunes prêtres lors de la troisième audience jubilaire. Vatican, Rome, Italie. March 12, 2016: Pope Francis is talking to young priests during the Jubilee of Mercy celebrations in St. Peter's Square, at the Vatican.

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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 01/06/17
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Recomendó a sacerdotes “orar sin cansarse, caminar siempre y compartir con el corazón”…El Papa Francisco insistió para que la Iglesia no deje solos a los jóvenes sacerdotes y haya “cercanía”. El obispo que sea “cercano a sus sacerdotes” como un papá. Se trata de la verdadera reforma del Pontífice; cambiar los corazones de sus obispos y sacerdotes, al mismo tiempo que se hacen servidores y modelos para los más ‘pequeños’.

Lo hizo al recibir en audiencia este jueves 1 de junio de 2017 a los participantes a la Plenaria de la  Congregación para el Clero, dicasterio vaticano que ‘recoge, sugiere y promueve’ la actualización intelectual y pastoral de los sacerdotes diocesanos y los diáconos y para su formación permanente.

En este contexto, Francisco señaló la importancia de que los jóvenes sacerdotes encuentren en su camino párrocos y obispos que les apoyen y no sólo porque les esperan para que llenen puestos o sean suplentes. Nada de burocracias o prelados inalcanzables y distantes con sus sacerdotes.

“Cuántas veces yo he escuchado reclamos de los sacerdotes […]: ‘He llamado al obispo, no estaba, y la secretaria me ha dicho que no estaba; he pedido una cita; ‘Está todo lleno’ (la agenda) por tres meses’. Y ese sacerdote sigue desvinculado del obispo”, lamentó.

“Pero sí tu, obispo, sabes que en la lista de las llamadas que te deja tu secretaria o secretario ha llamado un sacerdote y tu tienes la agenda llena, ese mismo día, en la noche o al día siguiente – no más tarde- llámalo al teléfono y pregunta qué sucede, evalúa junto con él, si es urgente, no urgente…Pero lo importante es que el sacerdote sienta que tiene un padre, un padre cercano”.

Bergoglio, que cuando era Arzobispo de Buenos Aires tenía una línea telefónica sólo para recibir llamadas de sus sacerdotes en su apartamento y, que fue útil especialmente en un momento de ataques violentos contra los curas de la Villas de emergencia de la ciudad, sostuvo: “Cercanía, cercanía a los sacerdotes”.

“No se puede – agregó-  gobernar una diócesis sin cercanía, no se puede hacer crecer y santificar a un sacerdote sin la cercanía paterna del obispo”.

A pocos meses de la promulgación de la nueva guía para la formación integral de los sacerdotes, Ratio Fundamentalis, Francisco habló de la fascinación de la vocación (llamada) que recibe el joven sacerdote y que la viven entre la ‘alegría y el peso’ del inicio del ministerio.

El Sucesor de Pedro manifestó su alegría cuando recibe a sacerdotes jóvenes y recomendó tres actitudes importantes para ellos: “Orar sin cansarse, caminar siempre y compartir con el corazón”.

Orar siempre sin cansarse

Para que el sacerdote “sea un pescador de hombres” debe primero dejarse ‘pescar’ por la “ternura del Señor”.

“Nuestra vocación ha iniciado cuando, abandonamos la tierra del individualismo y de nuestros proyectos personales”.

Así como los pescadores de Galilea – indicó – “hemos dejado nuestras redes para aferrar las que nos ha entregado el Maestro”.  “Rezar”, escuchar la Palabra de Dios y detenerse delante del Tabernáculo, recomendó.

Caminar siempre 

El Papa dijo que un sacerdote jamás debe sentir que ya llegó. “Sigue siendo un discípulo, peregrino en la calle del Evangelio de la vida” y siempre pendiente de las “personas que le ha sido confiadas”.

“Nunca podrá sentirse satisfecho, ni podrá apagar la saludable inquietud que le hace tender las manos al Señor para dejarse formar y llenar”.

Sucesivamente, insistió para que los jóvenes sacerdotes sean creativos y desarrollen capacidades comunicativas y sociales para la evangelización y llevar la fe.

Ellos pueden “estar en red” junto con los otros sacerdotes para evitar la polilla de la auto referencia y de quedarse en los propios “esquemas” y en la rigidez.

Compartir con el corazón

Por ultimo, “compartir con el corazón porque la vida sacerdotal no es una oficina de burocracia ni un conjunto de prácticas religiosas o litúrgicas para despachar”.

Señaló que ya se ha hablado tanto de “sacerdotes burócratas” y que es “clérigo de Estado” y no pastor de pueblo”, dijo.

Ser sacerdotes es jugarse la vida por el Señor y por los hermanos,  llevando en la propia carne las alegrías y las angustias del Pueblo, gastando tiempo y escuchar para sanar las heridas de los demás y ofrecer a todos la ternura del Padre”.

Jóvenes sacerdotes en medio a otros jóvenes compartiendo con ellos en los barrios, en los oratorios. Compartir con los jóvenes, estar cerca a ellos, ser prójimos, cercanos.

“Los jóvenes tienen necesidad de profesionales del sacro y de un héroe que, del otro extremo, responda a sus preguntas”. Respeto, escuchar con amor. Esto atrae a los jóvenes. “Se trata de tener un corazón lleno de pasión, compasión y sobre todos dirigido a los jóvenes”.

Confiando en Dios y acompañados por la Virgen María con humildad y cercanía, ser sacerdotes “significa vivir” mirando en “alto y pensando en grande”.

Hipoteca para la Iglesia: jóvenes sin ser llamados por Dios 

Por otro lado, el Papa Francisco exhortó a no “llenar los puestos” en la Iglesia con “gente que no haya sido llamada por el Señor”.  Y dirigiéndose a los Obispos aseguró que “acoger” jóvenes para el sacerdocio “solo para ocupar puestos” es una “hipoteca para la Iglesia. ¡Una hipoteca!”, insistió.

En su alocución, el Pontífice se preocupa por el “corazón del joven sacerdote” que vive entre el entusiasmo de los primeros proyectos y el ansia de las obligaciones apostólicas, en las cuales se sumerge con algo de miedo, algo “que es signo de sabiduría”.

El joven sacerdote siente el jubilo de ser “ungido” y también siente el “peso” sobre sí de la “responsabilidad, de los numerosos compromisos pastorales y de las expectativas del Pueblo de Dios”.

De esta forma, se pregunta qué necesita un joven sacerdote para no caer en la “tentación de refugiarse en la rigidez o dejar todo y ser un ‘disperso’.

Bergoglio comienza por admitir que hay que salir del juicio fácil de llamar a los jóvenes superficiales o miembros de una ‘generación liquida’, sin “pasiones o ideales”.

“Cierto es que existen jóvenes frágiles, desorientados, fragmentados, o contagiados por la cultura del consumismo y del individualismo”.

Luego, “pero, esto no debe impedirnos de reconocer que los jóvenes son capaces de apostar con firmeza por la vida y de ponerse a la prueba con generosidad”.

Los jóvenes – según indica – son “antídoto contra la resignación” y la “perdida de esperanza” que marca la sociedad”. Y aún más cuando se trata de jóvenes sacerdotes.

Tras apoyar el argumento en citas bíblicas, se dirigió a los sacerdotes jóvenes: ¡Ustedes son elegidos, son queridos por el Señor! Dios los mira con ternura de Papá, y después de haber enamorado vuestro corazón, no dejará tropezar sus pasos”, abundó.

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