Durante el alba del 2 al 3 de abril, una misteriosa estela dorada atraviesa el lago de ChiusiEn la ciudad de Chiusi, en la Toscana italiana todos los años entre la noche del 2 y 3 de abril su lago recuerda el paso milagros de Santa Mustiola con una senda luminosa.
Mustiola era una joven y bella noble romana, sobrina del emperador Claudio II. Cuando tenía 15 años de edad decidió de abrazar la fe cristiana, llevando una vida bastante austera y evitando cualquier clase de compañías y fiestas.
Sospechando el emperador que su sobrina siguiera esa religión tan detestada por él, una mañana se lo preguntó, a lo que la muchacha respondió: “sí, soy feliz de ser cristiana”. El tío, enfurecido, la hizo arrestar inmediatamente .
Esa misma noche en prisión, mientras rezaba, una gran luz la iluminó, y una suave voz le dijo: “Ve, Mustiola, a Chiusi, predica mi evangelio y bautiza en mi nombre”. Ella le preguntó quién era, y la voz le respondió: “Soy yo aquel Jesús que tu amas”. Temblando, se puso en pie, las cadenas que la ataban se rompieron, la puerta se abrió a su paso, y ella escapó en medio de la noche.
Al enterarse el emperador de que Mustiola había escapado, mandó una cuadrilla de soldados a buscarla.
Mustiola pasó un tiempo evangelizando y ayudando a las personas en Chiusi, comiendo de lo que la gente le ofrecía y bebiendo de los arroyos, hasta que un día, descansando a la orilla del lago, sintió el galope de los caballos y los gritos de los soldados romanos que la habían descubierto.
Ella, asustada, inmediatamente se arrodilló y oró intensamente al Señor. Un ángel le habló y le dijo que se quitara el manto azul que llevaba, que lo apoyara sobre el lago y que subiera en él. De esa manera atravesó tranquilamente el lago, dejando una estela luminosa a su paso como si fuera una pequeña barca.
Los soldados quisieron seguirla pero no pudieron, al ver que sus caballos se retiraban por miedo a ahogarse. Así, aquella vez Mustiola escapó de los soldados romanos. Era el amanecer del 3 de abril del año 273. Desde ese día, todas las noches entre el 2 y el 3 de abril, en el lago se puede ver una misteriosa orla dorada que recuerda la travesía de la santa.
Tiempo después, los soldados, bajo las órdenes de Aureliano, lograron atraparla, y ella, gustosa, no dudó en afirmar nuevamente su fe y morir por Cristo. Fue azotada con cordeles emplomados hasta que expiró.
Sus reliquias en un principio fueron puestas en las catacumbas que llevan su mismo nombre, pero en el año 700, fueron trasladadas a la catedral de Chiusi, en una urna donde hasta el día hoy se puede venerar.
Otra leyenda cuenta que ella fue la poseedora del Santo Anillo nupcial de José y María que le fue regalado por su prometido Lucio, a quien Aureliano también hizo matar.
Santa Mustiola es la principal patrona de Chiusi y todos los años el 3 de julio día de la santa se celebran grandes fiestas en su honor, se corre el “Palio delle Torre”, donde al vencedor le corresponde el honor de defender los restos de la santa durante todo el año.