El exceso de azúcar está relacionado con la obesidad, la diabetes e incluso el cáncer
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En algunas partes de España va a imponerse un nuevo impuesto, el de las bebidas que contienen más de 5 gramos por cada 100 mililitros de líquido. Es decir, las bebidas refrescantes de cola, té, café, naranja, limón u otros gustos, bebidas energizantes o deportivas, zumos o batidos de fruta, aguas con sabores etc pueden subir de precio hasta en un 50% en función de la proporción de azúcar. El objetivo es seguir las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y penalizar su consumo.
En 2016, la OMS recomendó aumentar el gravamen sobre los productos con azúcar como medida para reducir los alarmantes índices de obesidad, caries y diabetes del tipo 2. “Si los gobiernos ponen impuestos a productos como las bebidas azucaradas, pueden reducir enfermedades y salvar vidas. Pueden, también, reducir costes y aumentar recursos para invertir en servicios de salud”; afirmó el Dr. Douglas Bettcher, director del departamento de prevención de NCD (noncomunicable deseases) de la OMS.
Según el informe, en 2014 un 39% de los adultos mayores de 18 años (uno de cada tres) sufrían sobrepeso, una proporción que se había duplicado desde 1980. Además, un 11% de los hombres y un 15% de las mujeres podrían clasificarse como obesos.
En el caso de los niños, la proporción no era mejor. 42 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso, una cifra que había aumentado en 11 millones de niños en los últimos 15 años. Del mismo modo, las personas con diabetes habían pasado de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014, una enfermedad que en 2012 fue la responsable de 1,5 millones de muertes.
Además de la diabetes y la obesidad, el azúcar es responsable de enfermedades como la caries, aumenta los niveles de colesterol, hígado graso, provoca acné, hipertensión arterial, deprime el sistema inmunológico, no aporta nutrientes y causa adicción. Además, algunos estudios lo relacionan con el cáncer al provocar una sobreproducción de insulina.
La OMS recomienda que el azúcar consumido al día no supere el 5% de las calorías. Una dieta normal ronda las 2.000 calorías, por lo que el nivel de azúcar no debería superar las 100 calorías. Cada gramo de azúcar tiene unas 4 calorías. Las bebidas refrescantes tienen una media de 27g de azúcar, es decir 108 calorías. Esto significa que con una sola lata de bebida refrescante ya superamos el nivel de azúcar recomendado, al que habría que añadir el azúcar de nuestra taza de café, el azúcar añadido en algunos productos para mejorar el gusto y la conservación y el azúcar natural que contienen las frutas y verduras, unos alimentos que nunca deberíamos reducir.
El azúcar en sí no es malo y es necesario para nuestro cuerpo. Por ejemplo, nuestro cerebro necesita glucosa para poder trabajar y nos da una gran dosis de energía rápida, pero está demostrado que tomamos más azúcar del que es bueno para nuestra salud. ¿Cómo reducirlo? Evitando las bebidas azucaradas (en caso de decidir tomarlas, mejor seleccionar las lights) y no tomar productos precocinados, condimentos y salsas que suelen contener altos niveles de azúcar. A veces se trata solo de realizar pequeños hábitos en nuestras vidas como desayunar cereales, sustituir los dulces por fruta fresca, preparar nuestra propia comida, de forma muy especial los pasteles.
Es cierto que estamos hartos de que todo se solucione subiendo los precios y aumentando los impuestos y que preferiríamos un proyecto más educativo que nos haga conscientes de la necesidad imperiosa de reducir azúcar, pero está demostrado que el aumento de impuestos y de precios tiene una alta efectividad si se combina con campañas de sensibilización.
Aprovechemos, pues esta oportunidad para reducir en nuestras dietas este tipo de bebidas, nuestra salud, y la de nuestros hijos nos lo agradecerán.