Y con los costosos que pueden llegar a ser, mejor no cometerlos
El uso del perfume es tan antiguo como el origen de la civilización, sólo que antes no se utilizaba únicamente para tener un buen olor personal, sino también para limpiar espacios (se creía que tenía propiedades curativas), para destacar a las clases nobles de los plebeyos, para ceremonias religiosas y, claro, por vanidad (dicen que Napoleón Bonaparte, por ejemplo, ordenaba 50 frascos de colonia al mes).
Hoy en día el perfume es parte del arte del vestir de muchas personas; sin embargo, hay errores que a veces cometemos, sin saber que lo son, que hasta podrían dañar nuestras fragancias y, con lo costosas que pueden llegar a ser, mejor veamos algunos de los más comunes.
- Frotar tus muñecas luego de aplicarlo
¿Quién no ha hecho esto? Aplicas un poco de perfume en tus muñecas y luego las unes, las frotas y hasta las hueles para sentir el rico aroma. El problema es que esta fricción hace que se rompa la estructura de la fragancia, que está hecha a base de tres tipos de notas y cada una cumple una función en un tiempo determinado. Al frotarte, las notas de salida se queman más rápido y te durará menos.
- Tener el perfume dentro del baño
Sí, hay envases que son tan bellos que provoca ponerlos como artículos de decoración. Pero el vapor y la humedad que se produce cada vez que te das una ducha, hace que se dañe la composición química del perfume hasta el punto de ponerse rancio (que es cuando vemos que se torna más oscuro). El envase debe estar en un sitio fresco y seco, donde no le pegue de forma directa la luz solar. Después que lo termines, si el frasco te gusta tanto, puedes llenarlo con agua y unas gotas de colorante (o agua de rosas) y usarlo como decoración (hasta de mini florero, por qué no).
- Agitarlo antes de usarlo
Hay una especie de mito urbano que hay que mezclar bien los ingredientes antes de aplicarlo. Los perfumes de las grandes casas ya vienen perfectamente integrados y mientras más reposados estén, mejor, ya que si se llenan de aire, también puedes afectar su composición. Además, también reduces el riesgo que se te caiga de las manos y se rompa.
- El lugar donde lo aplicas
Hay personas que se rocían la fragancia directamente en su ropa y es un gran error, no sólo porque puedes dañar tu blusa o vestido favorito, sino que tampoco le sacarás provecho a la longevidad del aroma. Las notas de los perfumes se activan con el calor corporal, así que para un mejor resultado, tienes que buscar los puntos del pulso: las muñecas, el cuello, detrás de las rodillas y, por supuesto, cerca del corazón. Claro, trata de no aplicarlo en todas estas zonas a la vez, ya que tampoco queremos asfixiar a nadie.
- No humectar tu piel
Uno de los secretos para que el aroma permanezca más tiempo es que antes te apliques una crema hidratante sin fragancia. Esto hará que tu piel la absorba mejor. Por eso es que hay casas perfumeras que lanzan cremas de sus mismos perfumes, pero he comprobado que usar estos dos productos es demasiado intenso (además de costoso). ¿Otro truco? Si tienes el dinero, opta mejor por las eau de parfum que las eau de toilette, ya que su concentración de esencias es mucho mayor y por eso duran -y valen- más.