No hay nada más atractivo que una mujer llena de confianza en sí misma…No sabemos el momento en que aparecerá nuestro compañero de vida. Mientras tanto, ¿qué podemos hacer para estar listas?
Las mujeres pensamos en un hombre ideal, pero ¿eres tú una mujer así? Emprender un camino de humildad, amor, esperanza, paciencia y tolerancia nos ayudará a encontrarnos verdaderamente con esa persona que soñamos.
Mira para dentro
Una mujer que no se ha mirado interiormente no tiene suficiente información para saber quién es. Y cuando se trata del amor, no sólo no se puede amar lo que no se conoce sino que si no se ama, tampoco se puede dar. Y el amor es precisamente eso: ¡entrega!
Por eso, el primer paso es ser totalmente honesta contigo y con humildad identificar los puntos positivos y negativos, potenciar lo bueno y mejorar lo que aún te falta. No se trata de ser perfecta, pero sí de ser consciente desde lo más profundo y ponerte en acción con un aprendizaje cotidiano que te levanta, te afirma, y te permite crecer.
La fuerza del amor emerge más claramente cuando nuestras debilidades quedan al descubierto y lo bueno implica siempre sacrificio, tiempo y dedicación empezando por una misma.
Quiérete
Sin la mirada del amor, no se pueden mejorar las imperfecciones sanamente. De la misma manera, apreciar lo que no se puede cambiar te hará más feliz. No hay nada más atractivo que una mujer llena de confianza en sí misma. Estar contenta con quien eres te hace capaz de querer más a los demás. Y si estás bien contigo misma, los demás lo estarán contigo.
El reconocer el valor propio y tener una genuina autoestima, te ayudará a no perder de vista cómo debes ser tratada. Un hombre que te ame de verdad, reconocerá tu valor y te amará conforme a él. Apreciará las pequeñas cosas que te hacen única y te querrá toda, con tus virtudes y defectos y hasta cierto punto independientemente de esas virtudes y a pesar de esos defectos, si ese amor que se construye es verdadero.
No te aferres al pasado
A las mujeres nos cuesta más dejar cosas atrás, soltarnos de recuerdos o vivencias pasadas. Tus experiencias previas te han dejado una enseñanza, pero eso no significa que tengas que vivir atada al pasado. Lo que queda es la lección. No tiene sentido perder el tiempo estancada en eso. Aprende de los errores, crece y sigue adelante.
No tengas miedo de abrir el corazón y mirar más allá de tu realidad inmediata con confianza. Lo cierto es que aunque a veces parezca que no puede haber nadie más, aún hay alguien que espera conocerte. ¡Ten siempre esperanza en lo que está por venir!
No busques con desesperación
Es bueno estar atenta, pero no desesperada. La desesperación no es atractiva. No te inscribas en todos los sitios de citas en la red o salgas con todos los chicos que conozcas. Sé selectiva. Lo importante es estar abierta y dispuesta a conocer gente nueva. Si tienes seguridad propia, eso se notará y si te gusta alguien, podrás incluso acercarte y tratar de contactar con total naturalidad.
El amor no siempre se encuentra en el tiempo esperado. La paciencia es una virtud que necesita ser ejercitada antes de comenzar cualquier relación. Recuerda que el amor verdadero no es egoísta: no estamos en una relación para saciar un deseo, sino ante todo, para hacer feliz a otro.
No esperes que sea igual a ti
Los hombres son diferentes a las mujeres. Ellos piensan, ven y accionan de manera diferente. Si no sabes esto, jamás vas a poder entender al otro y reconocer la belleza de la complementariedad. Prepárate para la novedad y no descartes a alguien rápidamente porque no es como tú. Dale tiempo para conocerlo porque podrías estar dejando ir a un ser extraordinario.
No te guíes simplemente por los sentidos. Sé racional y reflexiona sobre qué es lo más importante. Intenta construir la amistad y practica la tolerancia. Si hay algo que no entiendes pregúntale amablemente para que te explique, utiliza tu don femenino de las palabras y fortalece el diálogo. La comunicación es clave en toda relación exitosa.