El homenaje a una exenfermera de la Guerra del Chaco, ejemplo de agradecimiento y entrega a la patria La cara de sorpresa y felicidad de Sílfide Meyer quedó registrada para siempre gracias a la fotografía. Es que la instancia no daba para menos. Recibir de manos de familiares, amigos y vecinos un enorme pastel de cumpleaños con el número 105, además de una placa de agradecimiento por su labor como exenfermera de la Guerra del Chaco, no es cosa de todos los días.
Sí, la alegría de Sílfide ocurrió en estos días. Un homenaje más que merecido dedicado a alguien que de joven fue un ejemplo de entrega por la patria.
El conflicto bélico en cuestión, entre Paraguay y Bolivia, se produjo en 1932 y duró tres años. Se trató de uno de los combates más destacados durante el Siglo XX en Sudamérica, en una lucha sangrienta que movilizó casi 500.000 hombres –de ambos lados- y dejó miles de muertos y heridos.
Fue ahí donde Sílfide encontró terreno para la acción como enfermera voluntaria del Hospital de Paraguarí, recuerda ABC Color.
Por aquellos tiempos, según ella misma recordó, los soldados del Chaco llegaban heridos, mutilados y a la espera de ser atendidos por las enfermeras voluntarias.
Luego, con el paso de los años, se dedicó a otros menesteres. Se desempeñó como jefa de Archivo en el Colegio Nacional de Paraguarí y en el Instituto de Formación Docente de esa ciudad, de donde forma parte de la asociación de jubiladas.
Actualmente, Sílfide vive en el barrio paraguayo Submarino de la ciudad de Paraguarí. Durante estos días recibió su merecido homenaje y el cariño de los suyos. Desde una serenata de la Banda de Músicos del Comando de Artillería local, hasta diversos regalos como una placa de agradecimiento por su entrega a la patria.
Viuda desde hace muchos años -y madre de una única hija también fallecida en un accidente ferroviario a los 27 años- esta mujer igualmente dice sentirse bendecida y agradecida con Dios por la protección y el afecto recibidos de parte de familiares, amigos y vecinos.
Pero Sílfide también de alguna manera es símbolo de lo “gloriosa” que es mujer paraguaya, tal como manifestó el Papa Francisco durante su pasaje por el país durante el año 2015 haciendo referencia a la importancia que han tenido en el levantamiento de sus familias y su país luego de crueles guerras.
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Y Sílfide se siente totalmente identificada con estas palabras. Además de “gloriosa y valiente”, para esta anciana la mujer paraguaya también es “caritativa, sabe sufrir y servir al prójimo”. Ella misma recordó que de joven se alistó para servir a la patria en el banco de Sangre del Hospital de Paraguarí, con el apoyo de la Cruz Roja, prosigue ABC Color.
¿Alguna receta para mantenerse tan bien y tan lúcida?
Consumir leche de cabra, alimentos sanos en fibra y frutas de la estación forma parte de su alimentación. Toma té a la mañana, a la media mañana consume alguna fruta y a la tarde no le debe faltar su tradicional chipa (bocado que se consume habitualmente en el desayuno) y a la noche sopa de verdura, culminó.
Pero esto no es más que anecdótico, porque lo verdaderamente esencial es que en su persona está resumida toda la “valentía y la gloria” de la mujer paraguaya.