Catholic Relief Services se posiciona contra el decreto de Donald Trump
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El pasado viernes 27 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó un decreto sobre la “protección de la nación contra la entrada de terroristas extranjeros a Estados Unidos”, que prohíbe el ingreso temporal o indefinido (en el caso de Siria) de ciudadanos de sietes países musulmanes.
Esta acción ejecutiva ha provocado que muchas voces católicas se levanten en contra, aduciendo –como lo ha hecho Bill O’Keefe, vicepresidente de Catholic Relief Services (CRS)—que la medida “sólo restringe la capacidad de quienes huyen de sus países por situaciones de violencia, con el único propósito de refugiarse y proteger a su familia”.
No más fortaleza, sino más riesgo
En la sede mundial de CRS en Baltimore, se han estado desarrollando una serie de conferencias en las que se ha puesto de manifiesto que la orden de prohibición para el ingreso de refugiados de Trump, “no está de acuerdo con las tradiciones y valores” de Estados Unidos, que en lugar de hacer “más fuerte al país, lo ha puesto en mayor riesgo”.
O’Keefe señaló –durante la última de las conferencias del CRS– que hace unas semanas, estaba en una tienda de campaña en la zona del Kurdistán de Irak (que está en la lista de países cuyos ciudadanos se les niega la entrada en virtud de la orden ejecutiva) y pudo conversar con personas que la noche anterior habían huido del Estado Islámico.
“Le pregunté a una mujer que estaba sentada allí con sus seis u ocho niños –relató O’Keefe– por qué habían huido y ella me dijo que tenía una hija llegando a la mayoría de edad y estaba aterrorizada de que podría ser tomada por el Estado islámico y convertirla en una esclava sexual o un niño novia”.
“Como padre de una hija, este horror indecible me ha tocado personalmente, ya que toca a todos los que se preocupan por sus hijos”, confesó O’Keefe. “Estas son las personas que vemos alrededor como los refugiados, las personas que huyen de la violencia … Esa mujer no era una terrorista. Huía el terrorismo”.
Acciones basadas en obligaciones morales
O’Keefe señaló que CRS reconoce la necesidad de Estados Unidos en desplegar medidas de seguridad responsables. “Pero los que no se debe es construirlas sobre las espaldas de las personas más pobres y vulnerables de todo el mundo. Es muy claro para nosotros que el sufrimiento no conoce la religión o las fronteras nacionales”.
“Tenemos una obligación moral como estadounidenses, como partes del país más rico del mundo, para ayudar a estas personas”, dijo O’Keefe e instó al gobierno a tomar esa cruz, para continuar con la tradición orgullosa y acoger a los más vulnerables”.
Previamente, a través de un comunicado, Sean Callahan, presidente y director ejecutivo de CRS había dicho con claridad: “Nos unimos a las innumerables voces católicas de todo el país, y del mundo, que demandan acciones basadas en nuestras obligaciones morales. Pero este no es sólo un mensaje católico; este es un mensaje estadounidense. Es el mensaje que debemos enviar a las personas necesitadas de todo el mundo. Acoger a los necesitados forma parte del ADN de Estados Unidos”.
Cabe recordar que Catholic Relief Services es la agencia humanitaria internacional oficial de la comunidad católica de los Estados Unidos. Según su página web, “la agencia alivia el sufrimiento y proporciona asistencia a las personas necesitadas en más de 100 países, sin distinción de raza, religión o nacionalidad”.