La Defensoría del Pueblo colombiano pide protección especial para las guerrilleras embarazadas Una larga y extensa marcha. Así puede definirse lo que está aconteciendo por estos días en varias regiones de Colombia donde miles de guerrilleros (en una etapa más de 4.000 y en otra más de 2.000) se dirigen a los diversos campamentos de paz establecidos en los acuerdos entre el gobierno y las FARC.
Y el camino tiene características extraordinarias, pues en pocos días lo hacen a través de lanchas, vehículos y hasta mulas. Una verdadera “mudanza guerrillera”, como la han denominado diversos medios de comunicación.
Una vez que lleguen a los lugares de destino está previsto que los guerrilleros dejen sus armas y comiencen una nueva etapa en sus vidas, donde construirán sus viviendas y el porvenir.
Estas operaciones de trasladado hacia las “Zonas Verdales”, que comenzaron hace algunos días, son supervisadas por la ONU y el Alto Comisionado por la Paz, tal cual confirmó el propio presidente Juan Manuel Santos a través de las redes sociales.
La noticia que esperamos por años es hoy una realidad. La guerra con las Farc es historia. Dejan de existir como grupo armado. #LaPazAvanza pic.twitter.com/9f6oZI93nf
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) January 31, 2017
Una atención especial en este proceso es para las actuales mujeres embarazadas de la guerrilla de las FARC.
A través de un comunicado, el defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera, pidió que las 14 embarazadas de la guerrilla -ubicadas en dos Puntos de Preagrupamiento Temporal (PPT) en la región de la Guaviare- sean trasladadas de forma urgente Bogotá.
“Se debe garantizar la atención de estos embarazos que traen los primeros hijos de la paz. Estas mujeres y las futuras madres que se desmovilicen de la guerrilla deben tener garantías en su proceso de gestación”, expresó.
En ese sentido, Negret solicitó que el Hospital Militar se ponga a disposición y “le dé la bienvenida a la paz brindando atención a estas mujeres y a sus hijos”.
La propia Defensoría del Pueblo pudo constatar de momento que la propia organización guerrillera brindó atención a las guerrilleras gestantes, pero requieren mayor orientación.
“Nos han hecho ecografías y hasta donde sabemos los bebés están bien, pero las condiciones de higiene deben mejorar”, expresó Yanira, una de las guerrilleras embarazadas.
Así pues, Negret se encargó de reforzar el llamado para que “los niños de la paz, aquellos que están naciendo en las Zonas Veredales, reciban cuidados inmediatos y crezcan con la atención que debe darles el Estado”.
Para muchos colombianos este recorrido de los guerrilleros a zonas sin conflicto representa un verdadero camino de esperanza, que no solo se mide a nivel físico y material en cuanto a kilómetros recorridos, sino que tiene que ver nada más ni nada menos que con el porvenir, con un futuro en paz.
En definitiva, una nueva esperanza, lo mismo que sucede a modo particular con estas mujeres que sueñan con el rostro de sus hijos en camino y que ahora requieren los mejores cuidados.