Así comenzó su testimonio Maryrube Briceño de Gil, vecina de la ciudad de Guarenas, durante la procesión número 161 de la Divina Pastora, el 14 de enero de 2017, en Barquisimeto, estado Lara (Venezuela).
Estaba acompañada de Alberto Gil con quien se casó el 20 de agosto de 2005.
Y además, llevaba en sus brazos a Gabriel Jesús Gil Briceño, nacido el 18 de septiembre de 2016, en Caracas, “mi milagrito”, como ella le dice al niño.
El sacerdote le preguntó por qué lloraba
La familia Gil Briceño acudió por primera vez a la procesión más grande de América Latina.
Compartieron su fe junto a millones de personas que asisten agradecidas por superar enfermedades, encontrar empleo y afianzar matrimonios, entre muchas razones.
Maryrube explicó a Aleteia que durante el retiro del cursillo de cristiandad se le acercó un sacerdote y le preguntó por qué estaba llorando.
"Vas a ser madre"
El religioso le habría dicho, según declaró la joven mujer:
Además de todo esto, de por sí con alto contenido extraordinario, Maryrube añadió lo siguiente:
Un ovario menos y otro funcionando mal
Maryrube explicó que durante muchos años se realizó varios tratamientos hormonales para tratar de superar esa “infertilidad” que la frustraba sin poder ser madre.
Además, le extirparon un quiste en el ovario izquierdo dejándolo prácticamente inservible. Entretanto, el ovario derecho funcionaba pero de forma irregular.
Para los médicos, “así era imposible quedar embarazada”, aseguró.
Ocurrió lo inesperado
No obstante este panorama personal, el 14 de enero de 2015, asistió a su parroquia para agradecer a la Patrona del estado Lara, según la recomendación del sacerdote.
“Le di las gracias a la Divina Pastora, diciéndole, incluso, que me quedaría resignada si estaba en los planes de Dios que no pudiera concebir un hijo para ser madre”.
Pero llegó el 26 de enero de 2016, y ocurrió algo inesperado. Así lo cuenta con alegría:
A los pocos días corroboró con una prueba más certera, la de sangre. Con alegría concluye:
Agradecidos con la Divina Pastora
El 14 de enero de 2017, Maryrube, Alberto y Gabriel Jesús, estaban en la avenida Venezuela, muy cerca de la catedral de Barquisimeto.
Junto a varios peregrinos esperaban que pasara la venerada imagen para verla en medio de la marejada humana:
Finalmente, el 15 de enero, la pareja visitó el Santuario de la Divina Pastora en Santa Rosa.
Allí nuevamente rezaron juntos y encendieron una vela para agradecer a Dios “por el milagrito de la vida que significa su hijo Gabriel Jesús”.