¿Provida? Cómo poner en práctica tus creencias – no requiere ni mucho tiempo ni dineroAquí tienes unas cuantas formas sencillas y asequibles con las que podéis apoyar a jóvenes mujeres con embarazos no planeados:
1) Dona artículos para bebé o de maternidad
Si no tienes artículos de este tipo, tal vez puedas hablar de estos donativos a otras mamás que conozcas. Cualquier ropa de bebé o de mamá en buena condición, además de moisés, cunas, asientos para coche, etc., son siempre bien recibidos. Sábanas para cunas, mantitas, biberones, cochecitos, juguetes y libros sobre embarazo y lactancia también se agradecen. Si conoces a alguien que haya organizado una fiesta de bienvenida a un recién nacido y haya recibido regalos repetidos, tal vez le guste saber dónde podría donar esos extras.
2) Haz publicidad de los centros de ayuda
Los centros de embarazo son organizaciones sin ánimo de lucro y por lo general no pueden permitirse muchos gastos en publicidad. Puedes colgar folletos en los tablones de bibliotecas, tiendas de comida y edificios administrativos, es una forma estupenda de difundir la palabra sobre la ayuda que hay disponible —y gratis— para las jóvenes con un embarazo imprevisto.
Yo misma suelo dejar un pequeño montón de folletos sobre centros de embarazo dondequiera que esté sentada esperando y haya una mesita con lecturas: en la sala de espera del médico, del dentista, del taller de coches, del veterinario, de la peluquería y de otros lugares así. Es publicidad gratuita. Tal vez la persona que lea el folleto no necesite ayuda para el embarazo, pero pudiera ser que al mes siguiente su sobrina o su amiga mencione a una chica abrumada por una crisis de embarazo y necesite ayuda profesional y compasiva.
3) Únete a las iniciativas por la vida de tu parroquia
Hasta las actividades más pequeñas y ocasionales contribuyen a la difusión del mensaje de la santidad de toda vida, desde la concepción a la muerte natural. Ayudar a ordenar los estantes de lecturas en tu iglesia es una buena forma de llegar a los feligreses y también a otros que vengan a visitar la iglesia por una boda o un funeral. Dar visibilidad en los boletines de la iglesia a los eventos provida, a mensajes, legislación y otro tipo de información es una contribución educativa.
En Estados Unidos hay muchas iglesias involucradas en la fantástica ‘campaña biberón’ y también hay otras ideas muy buenas: vender tarjetas navideñas provida, organizar una charla con un orador de un centro de embarazo, patrocinar un concurso de vídeos o ensayos de Respeto a la Vida en la escuela parroquial… Las Cáritas parroquiales también suelen canalizar peticiones de ayuda para embarazadas, que hay que dar a conocer. Hay personas que se unen todos los años a la Marcha por la Vida, reúnen firmas u organizan una fiesta de bebés en la parroquia con beneficios caritativos.
4) Si dispones de unas pocas horas al mes, puedes ser un recurso importante para cualquier centro de crisis de embarazo: clasificando ropa de bebé en contenedores etiquetados para niños y niñas y por tallas.
En el centro donde yo colaboro tenemos un grupo maravilloso de mujeres que clasifican las bolsas de ropa donada mientras charlan entre ellas. Hay abuelas, trabajadoras a tiempo completo, otras vienen una vez al mes para echar tres horas, otras vienen una mañana a la semana, e incluso hay otras que están en una lista para ayudar en caso de necesidad.
Aunque no siempre tiene que existir una dificultad económica en todos los embarazos sin planificar, a menudo la acumulación de gastos es demasiado estrés para una joven que tal vez no disponga de suficiente apoyo en su entorno. Así que siempre es maravilloso poder ofrecer ropa de premamá o ropa de bebé, limpia y doblada, a una joven mamá necesitada.