separateurCreated with Sketch.

Por qué expresar ternura

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Redacción de Aleteia - publicado el 30/11/16
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Hay miradas, tonos de voz, gestos, palabras que te atraviesan todo el cuerpo como un calambreHay miradas, tonos de voz, gestos, palabras que te atraviesan todo el cuerpo como un calambre hasta llegar a lo más profundo del corazón. No hablemos ya de las caricias que amparan, expresan unión y confianza, comunican aliento y calor…

La ternura, cuando es auténtica, es un “sí” a la otra persona, es complacencia, inclinación, participación, es una expresión concreta del sufrir y gozar con el otro, explica Federico E. von Gagern en el libro Para esposos, de la editorial Guadalupe.

La forma más primitiva de las caricias es la proximidad corporal. Todos deseamos sentirnos cobijados, desde los recién nacidos y los ancianos más vulnerables hasta las personas más fuertes, y recibir ternura puede ayudarnos a ello.

Si tienes pareja, seguramente has escuchado alguna vez el palpitar de su corazón. Es una experiencia de tranquilidad, sosiego, calor, amparo,… probablemente relacionada con momentos prenatales que no podemos recordar. Una experiencia también de recogimiento, como un oasis de paz en medio de un mundo de estímulos y actividad frenética. Un buen preámbulo a una unión sexual.

La ternura puede servir para mantener viva y acrecentar la intensidad del amor. Pero que sea este amor el que haga nacer la ternura, y no el dominio del yo sobre el tú. Porque la ternura también podría no corresponderse con la verdad interior, y usarse por ejemplo para satisfacer una curiosidad, combatir el aburrimiento, vivir una sensación, conquistar una victoria.

Muchas personas sufren inseguridad y sentimientos de inferioridad por no haber recibido en su infancia un poco de ternura nacida de un amor natural y verdadero. ¡Cuánta hambre de caricias en tantos que no perciben cuánto valen o sufren angustia existencial!

Acariciándonos desde el alma con la piel, la mirada, la palabra,… libramos al yo de su aislamiento, creamos una relación con el tú como con el propio yo que nos conduce al nosotros.

Entonces nos manifestamos nuestro amor mutuo, nos confirmamos el uno al otro con un sí aprobatorio, gozamos con la proximidad y con el contacto personal, nos queremos y hacemos bien, nos regalamos, nos ayudamos, nos hacemos felices.

 

 

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.