Sueñan con llegar a EEUU, pero no los dejan, ¿la única solución es la deportación? Se instalaron en la ciudad colombiana de Turbo (Antioquía) hace más de tres meses. Su sueño era llegar a Estados Unidos a través de Panamá. Pero esto no fue posible debido a un cierre fronterizo y actualmente formaron una “colonia cubana” irregular en Colombia, donde llegaron de manera ilegal, en una localidad que incluso denominan “Calle 8 Miami”.
Estiman que son más 1.300 las personas que están atravesando una situación dramática y a la espera de una respuesta del gobierno colombiano, que en principio manejó la idea de la deportación (algunos medios señalan que el proceso ya comenzó tanto con cubanos como con haitianos), tal cual confirmó el propio presidente Juan Manuel Santos este lunes.
“Estamos en diálogo con los inmigrantes que están aquí, en el caso particular de Turbo, para ver ellos si prefieren regresar a sus países de origen o si prefieren regresar al país de donde provienen, para irlos deportando porque están aquí ilegalmente”, en entrevista con radios locales.
“Solo pedimos piedad”
“Así como nos ves. Así sobrevivimos, en las condiciones más inhumanas”, expresó a El Tiempo de Bogotá Gloria González, una de las cubanas varadas, que indicó que se fue de su país buscando el “sueño americano”.
Es que estos migrantes duermen sobre cartones y muchos de ellos, unos 400, están en una bodega, cedido a por un habitante local, de unos 50 metros de largo por 20 de ancho.
“Solo pedimos piedad. No podemos volver a Cuba”, manifestó Odeiky Hernández, otro de los cubanos que viven esta situación y que llegó al lugar luego de pasar por países como Brasil y Ecuador.
“Nosotros solo pedimos paz, que es la paz que Colombia ha estado buscando en Cuba, un país donde el Gobierno no tiene paz con su pueblo”, agregó el hombre en diálogo con El Tiempo.
También trascendió que como forma de súplica le escribieron una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidiéndoles ser recibidos en su país y que se les facilite un corredor humanitario.
Según este medio, hay muchos que por miedo a ser deportados están escondidos y distribuidos en casas de pobladores locales y otros están en la selva guiados por un grupo de traficantes, conocidos con el nombre de “coyotes”, para llegar a Panamá
“Dejarlos seguir”
Monseñor Hugo Torres, obispo de la diócesis de Apartadó (Antioquia), se pronunció sobre la situación de estas personas varadas en Colombia e indicó que “deberían dejarlos seguir su camino, como lo hacen con los haitianos y africanos, que también pasar por ahí y los dejan seguir su paso”.
Para Torres, lo que sucede con los migrantes cubanos, es una crisis humanitaria muy grave que merece la atención y el respaldo del mundo, reproduce El Tiempo.
De esta manera, Torres expresa con firmeza que no está de acuerdo con la deportación y que, si bien es una opción obvia, no puede ser la única.