Un desenfadado e inofensivo divertimento que nada tiene que ver –porque tampoco se lo propone- con el comic original de José Escobar
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Zipi y Zape son dos personajes muy famosos del comic español obra del dibujante José Escobar. Durante la década de los cincuenta, sesenta, setenta y ochenta generaciones enteras nacieron con las aventuras de estos dos hermanos gemelos, uno rubio (Zipi) y otro moreno (Zape). Eran dos niños problemáticos a los que nunca se les pasaba nada bueno por la cabeza y que sembraban el caos doméstico en casa y en la escuela.
Hace tres años el cine español, poco dado a este tipo de experiencias cinematográficas, se atrevió a trasladar a los personajes a la gran pantalla aunque eso sí, con sondas diferencias. Zipi y Zape no eran más que una excusa, un razón a partir de la cual organizar una historia que nada tiene que ver con las historias de los comics originales. Zipi y Zape y el club de la canica se parecía más a Los Goonies que a los tebeos de Escobar y esto hay quien no lo toleró. No tiene mucho sentido coger a unos personajes para desterrarlos de su universo y lo cierto es que tienen razón. Sin embargo, no es menos cierto que los niños de hoy no saben ni han oído hablar de Zipi y Zape y no digamos los niños de otros países.
Parecía más interesante por tanto, generar otro tipo de mitología más cercana a los gustos del presente aunque para ello tuviera que profanar el nombre de Zipi y Zape. Con otros dos personajes con cualquier otro tipo de nombres anónimos la propuesta habría perdido interés, al menos al principio y sobre todo en España.
Sin embargo, con el resultado final poco importa que uno conozca o no a los populares personajes de Escobar porque no tienen nada que ver con ellos. Zipi y Zape y el club de la canica y todavía más su secuela Zipi y Zape y la isla del capitán, son relatos de aventuras inspirados en el cine de los ochenta y sazonados con clásicos de la literatura juvenil como Peter Pan o Julio Verne. Desde su cartel publicitario, directamente calcado de la obra de Drew Struzan (responsable de carteles emblemáticos como los de Los Goonies o Regreso al futuro) hasta su propia temática pasando por su clima y su atmosfera desenfadada y desprejuiciada la película firmada por Oskar Santos es puro e inofensivo divertimento. Quizá a los mayores no les guste tanto pero los chavales lo pasarán de fábula, eso seguro.