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Venció el cáncer y competirá en Río 2016, como sus hijos

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Esteban Pittaro - publicado el 27/07/16
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Gracias a la enfermedad pudo crecer en otras facetas de su vida

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Doble medallista olímpico, Santiago Lange es uno de los emblemas del deporte argentino. Regatista ganador de medalla de bronce en Atenas 2004 y en Beijing 2008, tuvo hace un año la carrera más difícil de su vida.

De manera inesperada, le diagnosticaron cáncer de pulmón y fue operado. “Fue una gran enseñanza de vida. Me ayudó a entender los verdaderos valores y focos de energía. Increíblemente, el recuerdo no es malo. Crecí mucho en otras facetas de mi vida y creo que todavía tengo mucho por aprender”, recordó al diario Clarín.

El escenario en 2015 parecía dejarlo lejos de la posibilidad de jugar sus sextos juegos olímpicos. Una pena, ya que en 2014 había comenzado a navegar con Cecilia Carranza en la categoría mixta Nacra 17, con un subcampeonato mundial ese año, y clasificación incluida para competir de los Juegos.

Navega en Vela desde los 8 años. Estudió arquitectura naval en la Universidad Southampton, en Inglaterra. Pero su dedicación al diseño y desarrollo de velas y embarcaciones no lo alejaron de las competencias en las aguas. Competió en sus primeros Juegos Olímpicos en Seúl 88, en la clase Soiling. Terminó noveno. En Atlanta 96 fue noveno en la clase Láser. En Sydney 2000, décimo en Tornado. Es en esa categoría, desde Londres desaparecida del calendario olímpico, que tendría la máxima satisfacción a la que un deportista puede aspirar en su carreara: un podio olímpico.

Pudo ver la bandera argentina izada en Atenas y en Beijing, junto con Carlos Espínola, que venía de dos medallas de plata en la clase Mistral. En 1991 estuvo cerca de renunciar a ese sueño, tentado por la Real Federación de Vela de España, pero finalmente consiguió apoyo para representar a la Argentina y ser uno de los emblemas de la Vela, deporte que desde Atlanta ha cosechado siete medallas, incluida las dos de bronce de Lange.

Casado y con tres hijos, Lange traspasó su afición por las aguas a sus hijos. Comenzó como entrenador de Yago, de 28, y Klaus, de 19, pero luego prefirió acompañarlos como parte del equipo y no con esa responsabilidad. Eso sí, no quería perderse la oportunidad de estar a su lado, y tras alejarse durante un tiempo de la competencia, regresó junto con Cecilia Carranza a la nueva categoría Nacra 17, y compartirá con ellos la experiencia olímpica.

“Tuve la suerte de estar involucrado en proyectos muy diversos de nuestro deporte, cada uno súper interesantes, pero el circuito olímpico tiene la verdadera esencia de la vela”, expresó al periodista especializado Juan Pablo Cadario.

A los 54 años, el desafío olímpico sería imposible. Pero lo único que le da la energía necesaria, como confesó en otra entrevista al portal Sailing World, es estar cercal de ellos. “Estar aquí con mis hijos es algo que nunca había imaginado. Estar aquí con mis hijos es un privilegio”, dijo. “Si pedealeo o voy al gimnasio por mi cuenta, me agota. Pero si voy con ellos siempre me dicen: “Dale, estás viejo para esto”. Y eso me motiva a entrenar con más fuerza”, dijo Santi, como es conocido en el circuito. “Vemos como se entrena, y eso nos empuja a entrenarnos más fuerte”, confesaron sus hijos, que representarán a la Argentina en la categoría 49er.

Los resultados con Cecilia vienen siendo muy auspiciosos, incluso después de la operación. Instalado en Río de Janeiro hace unos meses, compitieron en aguas cariocas hace menos de 15 días y llegaron en tercer lugar, en la SVRIO 2016.

Sin embargo, la medalla, asegura el experimentado Lange, es un minuto de satisfacción. “Lo importante es disfrutar el recorrido”, asegura. Camino que de manera privilegiada recorrerá en Río de Janeiro 2016 muy cerca de sus hijos. Un privilegio impensado cuando hace un año vencía al cáncer, y casi a la par, veía cómo sus hijos clasificaban a los Juegos en la categoría 49er, la Fórmula 1 del yatching.

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