Envía un abrazo a los habitantes de Niza y de toda Francia
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“¿Hay tiempo para escuchar a tu esposa o esposo, a tus hijos, a tus abuelos y ancianos”, preguntó hoy el Papa Francisco antes de dirigir la oración mariana del Ángelus. Toda su reflexión estuvo relacionada con la escucha a la luz el Evangelio de San Lucas en el que Jesús es recibido en la casa de Marta y María.
El Obispo de Roma explicó que en sus quehaceres, Marta corre el riesgo de olvidarse de la cosa más importante, de Jesús. Para acogerlo, dijo el Papa, es necesario “escucharlo, demostrarle una actitud fraterna, de modo que se sienta en familia, y no en un alojamiento provisional”.
En esta línea, el Papa invitó a vivir la hospitalidad “como una virtud humana y cristiana” ya que, alertó, en el mundo de hoy se corre el riesgo de descuidarla: “se multiplican las casas de descanso y los hospicios, pero no siempre en estos ambientes se practica una hospitalidad real… Incluso en la propia casa, entre los propios familiares, puede suceder que se encuentren más fácilmente servicios y cuidados de varios tipos que escucha y acogida”, afirmó.
“Escuchar es la palabra clave”, repitió una y otra vez el Santo Padre que terminó su intervención pidiendo rezar a la Virgen María, Madre de la escucha y del servicio premuroso, para que “nos enseñe a ser acogedores y hospitalarios hacia nuestros hermanos y nuestras hermanas”.
Tras el rezo del Angelus, Papa Francisco recordó el duelo, el dolor que se vivió en Niza en la noche del jueves pasado. “Estoy cerca de todas las familias y a toda la nación francesa en luto. Dios, nuestro buen padre aceptará todas las víctimas en su paz, apoyará a los heridos y consolará a los familiares”. “Un abrazo para todos los habitantes de Niza y de toda la nación francesa”, afirmó.