“Lo mío es deshacerme como la sal salando a los demás, y consumirme como el fuego alumbrando y calentando a los demás…”
Lo sé.
Soy sal y luz;
sal para salar y luz para alumbrar.
Lo mío es deshacerme como la sal
salando a los demás,
y consumirme como el fuego
alumbrando y calentando a los demás.
Lo mío es ser salero de la vida
y clarear el horizonte de la historia,
de la historia cotidiana de cada día.
Lo mío es ser digno hijo tuyo.
Por Florentino Ulibarri
Artículo originalmente publicado por Oleada joven