De Egipto a Rumania, la tradición monástica es responsable de varias de las cumbres de la arquitectura mundial
La tradición cristiana entiende a Dios como Suma Belleza. Fue San Agustín quien, en sus Enarrationes in Psalmos (“comentarios sobre los salmos” o, simplemente, “sobre los salmos”), escribió que, aún por encima de la misma belleza interior del ser humano, “cuya raíz es la justicia” (como señalaría Menéndez Pelayo en su “Historia de las Ideas Estéticas”), está la belleza del propio Dios Encarnado. Diría San Agustín:
“Hermoso (Pulcher) como Verbo de Dios, hermoso en el vientre de la Virgen, hermoso en el cielo, hermoso en la tierra, hermoso en los milagros, hermoso en los azotes, hermoso invitando a la vida, hermoso no cuidando de la muerte, hermoso al rendir el alma, hermoso al recobrarla, hermoso en el madero de la cruz, hermoso en el sepulcro, hermoso en el cielo”.
Así, no es de extrañar que la arquitectura cristiana, que procura no sólo ser digna sino además dar cuenta de tal belleza, sea ella misma, bella. Por ello, hoy hemos querido compartir con ustedes los que, a nuestro parecer, bien podrían ser cinco de los monasterios más hermosos del mundo.
1.- El Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí.
2.- El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
3.- El Monasterio de Barsana, en Rumania.
4.- El Monasterio de Rila, en Bulgaria.
5.- Los monasterios griegos de Meteora.