Destacados economistas del mundo escriben a los líderes mundialesUna importantísima carta, después de los “Panama Papers”, fue suscrita y enviada a los líderes mundiales para que la conocieran durante la primera Cumbre Mundial Anticorrupción que se celebró en Londres la semana pasada.
Convocada por el premier británico David Cameron –involucrado en los “Panama Papers”—, la Cumbre fue nada más un primer intento por introducir la moral en el sistema financiero internacional, teniendo como horizonte los paraísos fiscales que pululan en los cinco continentes.
No aportan valor
La carta agrupó a 355 economistas encabezados por el economista “de moda”, Thomas Piketty, quien es secundado por Jeffry Sachs, Nora Lustig y Angus Deaton, entre otros.
Puede ser tomada como un documento decisivo para poner fin a los paraísos fiscales en donde se esconden miles de millones de dólares, muchos de ellos producto de acciones turbias o directamente criminales.
La idea de la misiva es que los líderes políticos de todo el planeta tomen –de una vez por todas- medidas significativas y con sentido social para poner fin a la era de los paraísos fiscales.
El párrafo central de la carta indica que “los paraísos fiscales no aportan ningún valor al bienestar o a la riqueza global, puesto que carecen de un propósito económico útil”.
Beneficios con perjuicios
Avalados por estudios que nadie podría descalificar, los economistas más connotados del orbe recuerdan que estas jurisdicciones fiscales –sin duda- benefician a ciertas personas ricas y empresas multinacionales, pero también subrayan que tal beneficio se produce en perjuicio de otras personas y, por tanto, solo contribuye a agravar la desigualdad.
Loa papeles de Panamá revelan que la opacidad es parte de su esencia, lo cual alimenta la corrupción e imposibilita a los países a recaudar los impuestos que corresponde pagar a los ciudadanos, a favor de la obra social y la infraestructura que requiere la comunidad.
Como casi siempre sucede, los más perjudicados son los países pobres, quienes producto de la evasión y la elusión fiscal pierden cada año 170.000 millones de dólares en ingresos fiscales como consecuencia de estas prácticas.
Distorsión globalizada
“Como economistas, tenemos opiniones muy distintas sobre cuáles son los tipos impositivos más convenientes, ya sean directos o indirectos, para las personas físicas o para las empresas”, apuntan en su carta enviada a la Cumbre.
No obstante, los especialistas coinciden –todos- en que estos paraísos fiscales, que permiten ocultar activos mediante empresas pantalla o trasladar los beneficios de empresas que no operan en su territorio, “distorsionan el funcionamiento de la economía global”.
Más adelante, señalaron que los paraísos fiscales amenazan el Estado de derecho, que resulta un componente esencial para el éxito económico de cada país y de la economía global en su conjunto.
No será fácil
En un esfuerzo por mostrar salidas a este círculo vicioso y para terminar con la opacidad que rodea a los paraísos fiscales, los economistas apuntaron que se necesitan nuevos acuerdos internacionales sobre cuestiones como la elaboración de reportes país por país de acceso público, inclusive en el caso de los paraísos fiscales.
Así las cosas, todos los territorios de los que son responsables de los paraísos fiscales –el Reino Unido condensa a un tercio de los que existen en la tierra- deberían crear registros públicos de los propietarios.
Los 355 firmantes terminaron su carta diciendo: “Poner fin a los paraísos fiscales no será una tarea fácil, puesto que existen poderosos intereses que se benefician de la actual statu quo”. Pero hay que hacerlo. Ya.