Se quejan de EEUU, pero hacen lo mismo con los centroamericanos
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En México, gran cantidad de autoridades políticas se han quejado del trato discriminatorio que reciben los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Pero ese trato no es muy diferente al que en el país azteca se les da a los migrantes centroamericanos en su paso hacia el mismo destino.
Cada año cruzan el territorio mexicano cerca de 400,000 migrantes, muchos de ellos del “Triángulo del Norte” de Centroamérica, compuesto por El Salvador, Guatemala y, particularmente, Honduras. Y cada año las violaciones a sus derechos humanos se recrudecen.
Tanto así que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) reportó que “las políticas restrictivas y la complicidad de las autoridades mexicanas en la comisión de delitos que vulneran la vida y seguridad de mujeres y niñas migrantes” es patente.
Leyes buenas, pero no se cumplen
México presume contar con un marco legal a favor de las personas migrantes, pero, como dice el refrán, “del dicho al hecho hay mucho trecho”, y en el 31 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la ACNUDH presentó su informe sobre la situación de las personas migrantes, para el cual consultó a diferentes Estados, entre ellos México, y a organismos civiles.
ACNUDH reconoció que en México las migrantes sufren diversas modalidades de violencia, entre ellas las extorsiones. En este delito, advirtió, “participan autoridades de distintos niveles, principalmente en operativos de revisión y detención en carreteras”.
El organismo dependiente der la ONU observó que las mujeres son las principales víctimas del tráfico de personas, resultado de la falta de programas para que puedan emigrar de forma regular, así como de otras modalidades de violencia, las cuales se insertan en una cultura de violencia estructural contra las mujeres y falta de acceso a la justicia.
Mujeres y niños primero
Según el informe, son las mujeres y la niñez migrante en quienes más repercuten las violaciones a sus Derechos Humanos, como detenciones arbitrarias, expulsiones colectivas, y falta de acceso a servicios básicos, donde las especificidades de género juegan un papel determinante.
Las mujeres presentaron 21 por ciento de las quejas que recibió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Instituto Nacional de Migración (INM), la Procuraduría General de la República (PGR), y la Policía Federal (PF), por presuntas violaciones a sus Derechos Humanos de 2007 a 2011.
Aún existen muchas “lagunas” en materia de protección de los Derechos Humanos de las personas migrantes en tránsito irregular, ya que cada vez más esta población, en particular mujeres y niñas, emprenden viajes más riesgosos y clandestinos en condiciones de abuso y explotación.
Además, las políticas migratorias de deportación se enfocan en modelos de “rescate” y “devolución”, en vez de sustentarse en un análisis que garantice los Derechos Humanos y la integridad física de las migrantes.