La depresión es una enfermedad mental que también nos afecta físicamente. Presta atención a ti mismo y a tu prójimo y pide ayuda. La depresión es una enfermedad física. Está relacionada con el desequilibrio químico de los neurotransmisores y requiere un acompañamiento psiquiátrico adecuado, desde el diagnóstico hasta el tratamiento en sí. Sin estas medidas, la depresión tiende a agravarse.
Además de los síntomas relacionados con el desánimo, también existen sensaciones físicas que pueden indicar la enfermedad.
Si crees que tienes depresión o si un ser querido puede tenerla, intenta consultar a un psiquiatra de confianza.
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Cansancio o fatiga
La psicóloga y psicoanalista Priscila Gasparini Fernandes, de la Universidad de São Paulo (USP), explica que “la falta de producción adecuada de los neurotransmisores serotonina, noradrenalina y dopamina genera una postración muy grande en los pacientes”, provocando debilidad, cansancio, desánimo y falta de iniciativa para cualquier actividad.
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Trastorno del sueño
O el paciente duerme más, buscando en el sueño una fuga de la realidad, o no logra dormir, porque no es capaz de desvincularse de los problemas que lo llevaron a la depresión. El resultado es un sueño de mala calidad. El paciente no descansa lo necesario, de ahí el deterioro en sus actividades.
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Problemas digestivos
La depresión involucra la disminución de la producción de los neurotransmisores, como la serotonina y la noradrenalina, que son responsables de la modulación del dolor y el equilibrio emocional. Por eso, el paciente presenta mayor sensibilidad al dolor gastrointestinal, muy común en cuadros depresivos.
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Cambios del apetito y el peso
La depresión altera el apetito, sea para la falta o el exceso de él, provocando pérdida o ganancia de peso de acuerdo con cada individuo. Es necesario observar el comportamiento anormal y buscar ayuda para el adecuado diagnóstico y tratamiento. Es posible que el cuadro sea de anorexia o bulimia, diferentes de la depresión, pero capaz de conducir a ésta.
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Dolor de cabeza
El individuo con depresión acumula síntomas emocionales, frustraciones, miedos e inseguridades y los descarga en el cuerpo, somatizándolos, afirma la psicóloga Priscila. De ahí los dolores de cabeza. Es un proceso inconciente: el individuo no tiene control sobre eso. Es necesario buscar ayuda profesional.
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Tensión en la nuca y los hombros
Como consecuencia de la somatización, el paciente depresivo queda en constante estado de alerta, ansiedad y nerviosismo, lo que se refleja en la tensión de la musculatura, principalmente de la nuca y los hombros.
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Dolores generalizados
Todo el cuerpo presenta sensación de dolor, pero la espalda y el pecho son los más afectados. Es que el cansancio propio de la depresión compromete la postura física del paciente, empeorando la tensión y los dolores musculares. La falta de actividades físicas agrava aún más el cuadro.
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Inmunidad baja
La persona con depresión se siente mal, física y mentalmente, lo que puede interferir en la inmunidad. Se lleva a cabo una liberación descontrolada de hormonas cuando no estamos bien emocionalmente, afectando a las células de defensa.