Cuanto más conoce la nación la realidad del aborto, más se aleja de su prácticaDesde el 2011 al menos 162 centros de abortos han cerrado sus puertas. Estados como Texas han aprobado una serie de leyes estatales que han dificultado el servicio a los proveedores de aborto como Planned Parenthood.
Algunas de las regulaciones que varios estados han pedido a estos proveedores son: privilegios en hospitales en el caso de complicaciones durante un aborto y mayores servicio de salubridad en cada centro de aborto, lo cual incluye servicios básicos como agua y equipos de esterilización entre otras cosas.
La tendencia es nacional. Incluso estados con una legislación y gobierno favorables al aborto han experimentado una pérdida de estos proveedores. California, uno de los estados más liberales de la nación, ha perdido más de una docena de estos centros.
La tendencia nacional indica que un centro de aborto cierra cada semana. En los últimos años al menos 31 centros han cerrado cada año.
La lucha a favor de la vida ha favorecido una serie de reformas y regulaciones en el ámbito local y en el estatal. En el mismo periodo de tiempo (los últimos cinco años) en que 162 centros de abortos cerraban, solo abrieron 21.
Esta nueva tendencia incluye también la nueva realidad de que cada día es mas difícil encontrar doctores dispuestos a realizar abortos, junto con la edad promedio de abortistas en el país, que se sitúa alrededor de los 70 años.
Estados Unidos día a día despierta a la realidad del aborto y cuando más descubre el país esa realidad, más se aleja de su práctica.
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