separateurCreated with Sketch.

La dulce vida contemplativa: 3 dulces de conventos españoles que tienes que probar

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Daniel Esparza - publicado el 07/01/16
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Repostería artesanal para alegrar el alma y el cuerpo

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.


Deseo donar en 3 clics

Recorrer monasterios y visitar conventos en la Península Ibérica no es sólo asunto de almas devotas, o de profesionales de la hagiografía. Hay también razones un tanto más sencillas para frecuentar los conventos de las Carmelitas o las Clarisas, a lo largo y ancho de España.

Aquí, compartimos contigo tres razones para emprender camino, en tres lugares distintos que te aseguramos satisfarán no sólo tu espíritu, sino ese antojo de dulce que de cuando en cuando toca a tu puerta.

Yemas de Ávila (Monasterio de Santa Teresa de Ávila; Castilla y León):

El Monasterio de Santa Teresa de Jesús, si bien es conocido principalmente por haber sido construido supuestamente sobre la casa natal de la santa, no sólo alberga entre sus paredes la historia de la fundadora del Carmelo Descalzo.

Las famosas yemas de Ávila son hechas básicamente con la yema del huevo, batida en ollas de cobre, mientras que, en una olla separada, se cuecen jugo de limón, canela y azúcar que luego se mezclan con las yemas. Si no son un éxtasis místico, se le parecen bastante.

Dulces de La Concepción (Antiguo Convento de Santa Clara, Alcázar de San Juan, Castilla-La Mancha):

Ubicada al noreste de la provincia de Ciudad Real, San Juan de Alcázar fue el hogar durante siglos del Convento de Santa Clara, un edificio de sobrio estilo renacentista que, hasta bien entrado el siglo XIX, fue el hogar de las monjas clarisas de la región.

Hoy día, el antiguo convento es un hotel-restaurante que es también epicentro de la vida cultural de la ciudad, y en el que se conserva la receta de los famosos “dulces de La Concepción”, unas figurillas de mazapán que durante siglos han sido la alegría de los paladares de los alcazareños lo mismo de quien va sólo de visita.

Las Yemas de San Leandro (Monasterio de San Leandro, Sevilla, Andalucía):

Empecemos por decir que las yemas de San Leandro no se consiguen en ninguna otra parte. Si las quiere, tendrá que ir al monasterio de las hermanas agustinas, cerca de la Plaza de San Ildefonso, tocar la puerta, esperar en el torno y hacer su compra.

A diferencia de otros dulces, que se han popularizado al punto de conseguirse casi en cualquier parte, las yemas de San Leandro sólo pueden comprarse en el monasterio.

Al comparar las recetas, la única diferencia que parece haber entre estas y las de Ávila es la canela, pero los entendidos aseguran que la consistencia de las yemas de las agustinas es la de una nube. Con un ángel sentado en ella.

 

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.